El Gobierno federal no puede con el fiscal general de Justicia de Guanajuato, Carlos Zamarripa, y por ahora está firme en el cargo.
Al menos así lo creen el gobernador Diego Sinhue, Acción Nacional (PAN) y los diputados y senadores de esa entidad federativa.
El dato es relevante por muchas razones:
La principal, a ojos de la sociedad, es la presión puesta por López Obrador, quien pide en público su salida, la solicita al Poder Ejecutivo local y la ordena a los cuerpos de investigación federal.
Dijo el 16 de julio pasado:
“Guanajuato es uno de los estados con más violencia y desde hace ya bastante tiempo, y no es posible que no haya ninguna mejora sobre todo en el caso de los homicidios y lleva 12 años el fiscal de Guanajuato.
“No es posible. Si fuera gerente de una empresa, con esos resultados, ya lo hubiesen corrido.
“De manera abierta y respetuosa he estado señalando esto de Guanajuato porque no me puedo quedar callado. Sería complicidad”.
GUANAJUATO PARA EL 2024
Muy abierta y respetuosa, pero su petición no ha sido atendida.
¿Por qué?
Porque se han abierto muchas investigaciones contra Carlos Zamarripa y ninguna de ellas, ni federales ni estatales, han aportado pruebas para involucrarlo en complicidades u otros delitos.
En el Gobierno de Diego Sinhue los informes han sido puestos a disposición de distintas entidades, en especial dos: la Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) antes de Santiago Nieto y ahora de Pablo Gómez.
Además, argumenta Sinhue Rodríguez, los delitos invocados desde Palacio Nacional son de tipo federal y el apoyo de sus cuerpos de seguridad no son ni suficientes ni efectivos.
Esto enfurece a ya saben quién porque él quiere poner a alguien afín, una vía para abrir el duro bastión establecido en los ochenta por Vicente Fox y luego clave para dar al panismo otras entidades: Guanajuato, San Luis Potosí, Jalisco…
La meta, lo hemos revelado aquí, es asignar Guanajuato a Morena en 2024… pero de momento el panismo se ha aglutinado para defender la plaza y a Carlos Zamarripa.
UN MINISTRO DE HONOR
Si en Guanajuato no ha podido, en el Poder Judicial la penetración presidencial avanza a gran ritmo.
Ya llegó una ministra muuuyyyyy cercana al presidente, Loretta Ortiz, esposa de Francisco Ortiz Pinchetti, secretario de Gobierno de López Obrador en la capital para mayores señas.
Por eso se extrañará a quien se va casi en silencio, con la dignidad con la cual sirvió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) durante 15 años.
Hoy el elogio es para el ministro José Fernando Franco González, a quien sus excompañeros le rindieron un homenaje.
Basta releer el mensaje de Yasmín Esquivel Mossa: un gran caballero, un juzgador sensible y humano, un “verdadero paradigma de los principios fundamentales de la Constitución, de los derechos humanos” y de los grupos desprotegidos.
Ministros así por supuesto que se añoran.