Analiza un morenista conspicuo:
-El principal pecado de Morena es la soberbia. Nos creemos invencibles.
Es su juicio sobre los problemas en las postulaciones y en los riesgos de derrota en las seis elecciones de junio próximo.
A despecho suyo, la militancia da nombre, posición y cuerpo al responsable: Mario Delgado, gerente del partido del Presidente.
La falta de oficio político, de diálogo y concertación, puede medirse estado por estado con elementos muy específicos.
Acaso el proceso con menos riesgo sea Quintana Roo, donde Mara Lezama aparece con mucha ventaja pero no le ha sido fácil colocarse ahí.
Por principio, fue necesaria la injerencia de la Secretaría de Gobernación (Segob, de Adán Augusto López), para contener la migración de la senadora Marybel Villegas.
Luego, tras negarse a ser abanderado de la alianza Va por Quintana Roo, el senador José Luis Pech se fue a MC.
En su fuga sólo encontró la voz amable de Ricardo Monreal, pero le resultó insuficiente para renegar de sus añejas aspiraciones, por las cuales transitó del PRI a Morena.
DURANGO, TAMAULIPAS, OAXACA…
En Tamaulipas tampoco se preveían nubarrones.
Pero se escogió a Américo Villarreal y, hecha a un lado, la expanista Maki Ortiz puede ser definitiva en tribunales y en apoyos.
-Américo ha caído 15 puntos y lleva a Morena a la derrota. Estamos perdiendo la oportunidad de ganar al PAN -aseguró ayer Alejandro Rojas Díaz Durán.
Durango es el estado en mayor riesgo: El priista Esteban Villegas avanza ya en punta mientras Marina Vitela está en espera del resultado judicial y el senador José Ramón Enríquez escucha ofertas para ser candidato a la capital de Durango por el frente PRI-PAN-PRD.
De la mano va la oaxaqueña Susana Harp, inconforme con la candidatura de Salomón Jara y cuya impugnación tiene el sello de los demás inconformes.
Ni en Aguascalientes hay paz, pues Morena tiene problemas de otro tipo y con demandas de salarios pendientes mientras avanza la panista Tere Jiménez.
Los problemas internos no acabarán en los tribunales.
EL ACTUAL MINISTRO TORQUEMADA
José López Portillo nunca pudo reglamentar la mordaza.
-No hemos encontrado la cuadratura al círculo -dijo Luis Marcelino Farías, a quien encomendó aplicar las reformas al artículo sexto constitucional.
Ni él ni el Legislativo ni nadie encontró esa cuadratura en tres decenios como el ministro Juan Luis Gutiérrez Alcántara, quien era precisamente sensor de López Portillo.
Y ahora quiere acabar con la libertad de expresión consagrada en los artículos sexto y séptimo de la carta superior
¿Cómo?
Con una jurisprudencia para censurar a la prensa con aclaraciones de información de opinión hasta para decir quién ganó un encuentro.
¡Y ay de aquel comentarista impulsado a decir “buen triunfo” o “triunfo injusto”!
La propuesta de este ministro de la Corte, actual émulo de Tomás de Torquemada, pretende ser el inquisidor para quienes violen los nuevos códigos de ética.
-¿Cuáles códigos?
-Los que usted diga, señor Presidente.
En buena hora la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT) de José Antonio García Herrera y Joaquín Arrangóiz (de TV Azteca) piden no regresar al Siglo XV de Torquemada o al sexenio lopezportillista.