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Es un proceso silencioso.

Casi oculto.

Partidos, candidatos y hasta grupos de cuestionable legalidad se juegan sus cartas en negociaciones privadas para llegar a acuerdos definitivos.

Porque no todas las alianzas rumbo a las elecciones de junio están decididas, sobre todo cuando hay muchos aspirantes inconformes.

No se resignan a quedar fuera de la contienda y por eso se han inconformado ante los órganos electorales estatales con repercusión en los federales.

Lo saben inclusive los dirigentes de las siglas partidistas, donde unos temen golpes adversos y otros se entusiasman con encontrar nuevos aliados.

Vea usted:

El partido oficial está anclado en espera de las sentencias del TEPJF de Reyes Rodríguez Mondragón sobre Tamaulipas, Durango y Oaxaca.

Si considera derechos violados, habrá efectos diversos.

Por ejemplo, para Mario Delgado no hay vuelta: Marina Vitela será su candidata en Durango, donde José Ramón Enríquez ya ganó su primera pelea.

El Tribunal estatal le dio la razón y ha fundamentado su inconformidad sobre las falsas encuestas aplicadas por Morena y Delgado.

LA OPOSICIÓN AVANZA

José Ramón Enríquez cambiaría otros panoramas.

Por la equidad de género ordenada por la Constitución, en junio debe haber tres mujeres y tres hombres de cada bando.

Y si tumban a Marina Vitela y aúpan a Enríquez, deberán mover a un hombre -presumiblemente Salomón Jara en Oaxaca- para abrir espacio a una mujer.

Ganaría Susana Harp, quien todavía tiene ofertas opositoras para sumarse y hacer contrapeso al senador con señalamientos de corrupción a su paso por el Gobierno de Gabino Cué.

Pero más allá de los movimientos internos, panistas, priistas y emecistas -el PRD es aliado testimonial- comienzan a capitalizar esas inconformidades.

Hasta ahora los principales beneficiarios de esos arreglos de facto son el priista Esteban Villegas en Durango y el panista César El Truco Verástegui, quienes atraen y suman.

Pero ya no serán votaciones de trámite.

Lo veremos en abril, cuando las campañas perfilen a los seis candidatos triunfadores… con la salvedad de fuerzas exógenas y poderosas.

RISA DE EXPRESIDENTES

1.- Él lo infló y él lo desinfló.

Durante sus múltiples campañas, el Presidente prometió enjuiciar y llevar a la cárcel a todos sus antecesores.

Les puso nombre: Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón -el más odiado- y Enrique Peña.

Hasta promovió una consulta -en la cual no votó-, fallida por la baja participación y la insuficiencia de urnas repartidas en el país.

-Los expresidentes ríen a carcajadas -señalamos aquí entonces.

Ahora más porque ayer por la mañana de plano ya se descartó ir contra ellos, pero eso no los salvará: todo el sexenio continuarán bajo juicios sumarios… como hasta ahora.

Y 2.- Algunos morenistas, como Alejandro Rojas Díaz Durán, ven saludable una o varias negativas del Tribunal Electoral a avalar sus candidatos.

Sería la oportunidad, dicen, de corregir para remover a quienes en precampaña no levantaron el ánimo popular o de plano se desplomaron.

A ver si les da manos libres el TEPJF de Reyes Rodríguez Mondragón.