Al comenzar el sexenio, pregunté a Esteban Moctezuma:
-¿Qué diálogo se privilegiará, con el SNTE o la CNTE?
-Con el SNTE. Es el titular del contrato y además hay muy buena relación con el secretario general Alfonso Cepeda.
De entonces a la fecha, pandemia aparte y con Delfina Gómez como secretaria de Educación Pública, han cambiado muchas cosas en el sector educativo.
En Palacio Nacional están hartos con la Coordinadora, sobre todo en Michoacán, por sus crecientes desmanes para satisfacer sus insaciables demandas.
Por ello se ha dado la instrucción de no ceder a sus presiones y, por el contrario, se ha fortalecido el diálogo institucional con otros actores.
El gremio dominante de Cepeda, pero también con el Sindicato de Trabajadores para la Educación de Carlos Jonguitud Carrillo.
Ellos han sido los soportes durante la crisis sanitaria desatada por Covid y lo serán más en esta etapa de virulencia extrema de Ómicron, influenza estacional y enfermedades tradicionales.
DIÁLOGO ROTO CON LA CNTE
El sindicalismo magisterial ha sorteado otras embestidas.
La CNTE, como aliada político-electoral del Gobierno, quiso presionar para ganar contratos, posiciones administrativas y trato privilegiado.
No se le han concedido tales distinciones, salvo el compromiso inicial de Esteban Moctezuma de poner al corriente los pagos atrasados en Michoacán.
En Oaxaca el asunto lo resolvió el Gobierno de Alejandro Murat en coordinación con la SEP y la operación de Francisco Ángel Villarreal, exdirector del IEEPO y precandidato priista a gobernador.
También otros aliados electorales buscaban premio.
Con base en esos méritos de campaña, el equipo de Elba Esther Gordillo esperaba recuperar el SNTE y hasta postuló a Ricardo Aguilar Gordillo para secretario general.
Junto con ese chiapaneco y familiar de La Maestra pretendían recompensar a Moisés Jiménez, Rafael Ochoa Guzmán y otros exdirigentes del sindicato.
Inclusive buscaron un brazo político partidista -RSP de Fernando González y René Fujiwara, yerno y nieto de la exdirigente-, pero no penetraron en el magisterio como el Panal y tampoco alcanzaron el registro.
Hoy hay estabilidad y la atención del líder magisterial Alfonso Cepeda está en la normalización de clases y de la vida escolar hasta donde el cuidado de la salud lo permita.
OTRO TRIUNFO DE LA JUSTICIA
Sus enemigos, desde el poder, califican de oportunista al jefe del control político del Senado, Ricardo Monreal, por reclamar la vigencia de los derechos humanos en Veracruz.
Quieren hondar sus diferencias con Palacio Nacional, pero hay un dato: desde septiembre exigió la abolición del delito de ultrajes a la autoridad impulsado por el gobernador Cuitláhuac García.
Pero no entendió el mandatario y, como no es confiable, será necesario esperar que cumpla su promesa de reformar el artículo 331 del Código penal del estado.
El zacatecano ya logró la liberación de los seis jóvenes acusados sin pruebas y pronto logrará la de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado.
Será otro triunfo de la justicia.