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La práctica federal se transmite a la local.

Si a nivel nacional Adán Augusto López ha sido comisionado para atender los temas principales, en la capital Martí Batres hace lo propio.

Centrémonos en un dato.

Adán Augusto ha asumido la relación con la Cámara de Diputados y con el Senado de la República, asunto fácil porque al frente están dos correligionarios suyos.

En San Lázaro no hay problema con el ex priista Ignacio Mier, quien tiene algunos problemas para controlar a sus propias tribus como a integrantes de la oposición.

Y en el Senado con Ricardo Monreal, quien se ha convertido en el principal negociador de todo el Poder Legislativo tanto al interior del partido gubernamental como con la disidencia.

La relación Ejecutivo-Legislativo se intensificará cuando venga la discusión de los grandes temas, reformas constitucionales y leyes polémicas.

Ya no será necesario ir a Palacio Nacional a informar sobre la resistencia opositora y cuánto es posible ceder para alcanzar arreglos.

BATRES contra BATRES

En la Ciudad de México pasa algo similar.

Tras instalarse la actual Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum se reunió con los coordinadores parlamentarios.

Les pidió tener una relación civilizada y ellos prometieron, en tanto no haya señales adversas, a mantener un diálogo constructivo en beneficio de la capital.

La situación resultó sencilla.

La coordinadora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Martha Avila Ventura, no ha tenido capacidad para organizar y por ello debió entrar al rescate Martí Batres.

A estas alturas, como sucede en la Cámara de Diputados, no ha sido capaz de formar las comisiones y determinar cuántas corresponden a cada partido.

Eso lo hace Batres.

Raro, porque precisamente su hermana Valentina Batres -a quien internamente llaman Violentina por su virulencia- es vicecoordinadora y representa el ala más dura de Morena.

Es decir, el hermano deshace cuanto la hermana hace.

CUAUHTÉMOC OCHOA

1.- En Oaxaca el oficialismo trata de frenar el futurismo político.

Las miradas están puestas en dos morenistas enfrentados Salomón Jara y Susana Harp, a quien fue darle su espaldarazo el dirigente Mario Delgado.

Los dos han recibido llamados presidenciales a la cordura.

No sucede lo mismo en Hidalgo.

Allá el panorama comienza a aclararse.

El diputado federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Cuauhtémoc Ochoa ha transitado hacia Morena y se perfila como el seguro candidato para el 2022.

Como van las cosas, deberá enfrentarse a Israel Félix Soto, favorito del gobernador priista Omar Fayad.

Pero como los priistas no aprenden, desde el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se pretende mandar a Carolina Viggiano, esposa de Rubén Moreira.

De ser el caso, Hidalgo ya está escriturado para el partido presidencial y en concreto para Cuauhtémoc Ochoa.

Y 2.- Mientras, en Quintana Roo la clase política trata de aglutinarse para contener el avance del gobiernismo.

Analizan varios personajes, en especial Gabriel Mendicuti y José Luis Pech.

Con ellos se pretende frenar a Mara Lezama, escogida desde ya por Palacio Nacional para suceder a Carlos Joaquín.