Todos escuchamos un grito en la capital:
-¡Se compraaaan colchoneeees, tambores, refrigeradoreeees, estufaaas, lavadoraaaas, microondaaas o algo de fierro viejo que vendaaaaaaannnnn!
En opinión de varios presidentes municipales, es el modelo bajo el cual parece actuar la diputada federal Merilyn Gómez Pozos.
Esta tapatía, hasta hace poco militante de Movimiento Ciudadano (MC) y recién adherida al oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es muy poderosa.
Mire usted, con el apoyo de la coordinación morenista en la Cámara de Diputados, al frente de la cual está Ricardo Monreal, disputó la vicepresidencia de la bancada.
En su apoyo acudieron en bloque gobernadores de más de 20 estados -todos de Morena, obvio- para promoverla y para ello presionaron a sus legisladores en San Lázaro.
Pero, oh maravillas de la dignidad y de la independencia de quienes la conservan en un partido cuya línea es vertical –nadie piensa, nadie opina, todos obedecen-, perdió ante la capitalina Gabriela Georgina Jiménez Monroy.
Es decir, la de Azcapotzalco derrotó a todo el aparato de Estado: un voto de diferencia, 150 por 149, y se hizo con la vicepresidencia de Vinculación Parlamentaria y atiende asuntos internos y dialoga con las demás fracciones.
Pero divagué, ese no es el tema.
USTED PIDA LUEGO PAGA
Para sorpresa de cientos de alcaldes, la tapatía Merilyn Gómez Pozos se ha comunicado con ellos para tratar proyectos, necesidades, peticiones y por supuesto ofrecerles apoyos.
Es una mujer de enorme peso.
Aunque muchos diputados federales morenistas votaron contra ella por sentirla advenediza, tiene gran poder y por eso fue designada presidenta de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
Es decir, es la voz primaria -y dominante con respaldo superior- para decidir el reparto del botín federal… perdón, del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEG) a estados y municipios.
Si hay casi dos mil 500 municipios en el país según la estadística oficial, imagine usted los favores a cambio y cómo se cobra la asignación de partidas y la etiquetación de recursos para determinadas obras y programas.
¿Dinero, influencia, promoción?
Noooo…
No piense usted en corrupción: ésta no se da en la 4T porque la desapareció por decreto Andrés Manuel López Obrador apenas inició su sexenio en diciembre de 2018.
PLENO APOYO A ROCHA
Están equivocados quienes ven cuasi exgobernador a Rubén Rocha Moya.
Poco importa e importará si las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), de Alejandro Gertz Manero, avalan la versión de Ismael El Mayo Zambada y conducen, como enuncian, hasta el mandatario de Sinaloa.
Hay la decisión muuuuyyyyy superior de mantenerlo en el cargo porque llegó con el respaldo de todos los poderes en la entidad, políticos y fácticos, y todos sabemos del gran aprecio hacia él de Andrés Manuel López Obrador.
Gran dato es, hasta el momento, la corroboración del crimen de Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), en el lugar donde se iban a reunir Joaquín Guzmán López, Zambada, el ejecutado y Rocha Moya.
Pero tal vez ahí o más adelante se detenga la difusión de datos para no ensuciar a un morenista conspicuo porque, como repite López Obrador en público y en privado, Morena purifica y todos los morenistas están purificados por su simple militancia.
@urenajose1