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El dato es de impacto.

El exgobernador bajacaliforniano, Jaime Bonilla Valdez, no podrá ocupar su escaño y deberá dejarlo a su suplente Gerardo Novelo.

Como desde 2018, cuando decidió irse primero de superdelegado del Gobierno federal y luego de gobernador por dos años.

Pero ahora el mandato judicial es otro.

No puede regresar al Senado de la República porque, por disposición constitucional, nadie carece de derecho para ocupar dos cargos de elección popular.

Y aunque haya otros casos similares en el mismo Senado de la República, en este caso hubo una mano para obstaculizarlo el resto del sexenio.

¿De parte de quién?

Aquí está la noticia.

EL PLEITO CON MARINA

En el equipo de Jaime Bonilla se preguntan de dónde vino el golpe.

Tiene un experto en muchos temas, desde derecho constitucional hasta aspectos electorales y penales: Amador Rodríguez Lozano, exsecretario de Gobierno.

-¿Es sentencia definitiva?

-Hay que ver el texto. En principio no y tenemos como último recurso el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -responde Rodríguez Lozano.

-¿Quién promovió esta acción?

Rodríguez Lozano prefiere esperarse a conocer el documento, pero informativamente no es necesario: se trata de Juan Marcos Gutiérrez.

Se dio a conocer como panista, fue subsecretario de Gobierno responsable de la política interior en el sexenio de Felipe Calderón: -con Francisco Ramírez Acuña no hay huella- de Juan Camilo Mouriño, Fernando Gómez Mont y Francisco Blake.

Juan Marcos Gutiérrez habría actuado solo, como ciudadano común pero conocedor de la Constitución y por supuesto cercano a la gobernadora Marina del Pilar Ávila.

Muy relacionada vía su marido, Carlos Torres, quien como diputado local panista propuso al Congreso la prolongación del mandato de Jaime Bonilla por cinco años, hasta el 2024.

Demasiado cercanos para invitar a Bonilla al matrimonio de Marina y Carlos, con discurso y vaticinio de gran futuro político para la entonces alcaldesa de Mexicali.

Pero Bonilla y Del Pilar Ávila ya no se llevan y el senador por ahora frustrado -falta el recurso final- es un obstáculo para continuar su mal Gobierno en espera de eventuales denuncias por malversaciones administrativas.

Eso dice, pero no procede.

CUBA: LA LUCHA INÚTIL

Ha sido una tarea titánica.

Adolfo López Mateos se opuso desde la OEA al bloqueo político y económico del hemisferio a Cuba.

Después ha habido múltiples ayudas a la isla, como aquel Pacto de San José cuando México y Venezuela dieron y fiaron petróleo barato a Centroamérica y El Caribe.

Como reportero, estuve cuando, en víspera de entregar el poder a Carlos Salinas en noviembre de 1988, Miguel de la Madrid se entrevistó con Fidel Castro.

-¡Chico, éste sí es amigo! -me dijo, exultante, Castro Ruz cuando en el Palacio del Pueblo De la Madrid prometió continuar con esa ayuda transexenal.

Escuchaba Gabriel García Márquez, quien me exhortaba:

-Anota. Eres testigo de un hecho histórico.

Después hubo acumulación de deudas, perdón y desvanecimiento de medidas sin sentido y sin recompensa para México y Caracas.

Hoy va López Obrador a ver que ofrece, porque no puede ni podrá reintegrar a La Habana a la OEA y a la comunidad de naciones del hemisferio.