LOS ÁNGELES.- Es una desgracia.
Lejos de rehabilitarse y regresar a categoría 1 en la calificación de Estados Unidos, México está en riesgo de recibir otra descalificación.
Merecido se lo tiene.
Quizá Mario Delgado justifique el desvío de su vuelo Durango-México hacia la terminal aérea de Querétaro por problemas de espacio en la capital del país.
Después de todo, su posición estará cargada de ideología para justificar la cancelación de un aeropuerto de primer nivel en Texcoco.
En lugar de eso nos dieron la ampliación de la Base Aérea de Santa Lucía, rebautizada como Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Pero lo desprecian las compañías aéreas porque carece de infraestructura para operaciones de despegue y aterrizaje, servicios internos y comunicación externa.
Por eso ni las líneas ni los usuarios quieren usarla y Mario Delgado lo corroboró mientras el AICM sufre una saturación por mal administrada.
EL AICM CAE CADA DÍA MÁS
Pero ese no es nuestro tema
La nota son los riesgos que se ciernen no sólo sobre el AICM, sino en general sobre la aviación mexicana por no cumplir los requisitos ni dar garantías a empresas y pasajeros.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, conocida como FAA, rebajó a México su calificación el 21 de mayo del año pasado.
Es autoridad en Estados Unidos, pero sus decisiones condicionan a otros países el ingreso de sus aviones, nuevas rutas, uso de aeropuertos y en general los acuerdos bilaterales.
México lleva un año sin modificar sus itinerarios por esa causa.
Y así seguirá durante mucho tiempo, porque no cuenta con inspectores suficientes ni ha capacitado a más elementos de la AFAC.
Los pocos disponibles, unas cuantas decenas, son insuficientes para revisar miles de vuelos, aeronaves, rutas, garantías y demás condiciones.
La dependencia de Jorge Arganis pidió un año para resolver aquella insolvencia, pero el subsecretario de Transportes Carlos Morán se fue al AICM, llegó Rogelio Jiménez Pons y los problemas se han agravado.
TODOS LOS AEROPUERTOS
1.- El asunto es mayor.
La decisión de la FAA daña a la aviación mexicana porque no puede crear rutas, coordinarse mejor e incrementar las operaciones a Estados Unidos.
La gente lo sabe y el resultado es adverso a México: los viajeros prefieren viajar a través de aerolíneas estadounidenses aunque en muchas ocasiones tengan escalas.
En estas condiciones, la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de la ONU, prepara una inspección completa a México.
El riesgo es de espanto.
La FAA de Estados Unidos revisa una media de tres aspectos -anexos en el argot de la aeronavegación- y la OACI extiende sus revisiones a 17 inspecciones y son más severas.
No hay fecha, pero no tarda.
Y 2.- La Función Pública presume transparencia.
En sus archivos corrobora: 93.7% de funcionarios de alto nivel cumplieron en tiempo y forma con su declaración patrimonial, lo cual significa un millón 425 mil 436 servidores.
La dependencia de Roberto Salcedo dice también: de 294 dependencias registradas en DeclaraNet, 200 lograron el ciento por ciento y 82 lo lograron con más de 90%.