Malas noticias para la burocracia:
Desde este junio han quedado canceladas las contrataciones, sean plazas temporales o de base, y vienen más ajustes salariales al personal de confianza.
Una medida inesperada e instrumentada antes de la advertencia presidencial de ayer en la mañana.
Ahí anunció la decisión personal de pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana porque bajo el supuesto de tener Gobierno rico.
Las frases centrales:
“Hace falta darle más al pueblo y ver si es posible pasar de la austeridad republicana a una pobreza franciscana para todos -¿me estás oyendo, Carlos Slim?-.
“Que se acaben por completo los lujos -¿incluidas casas en el extranjero con albercas, asador exterior, jardines y amplias cocheras?-; no puede haber gobierno rico con pueblo pobre…
“Se está haciendo una revisión de gastos excesivos”.
LOS PRIVILEGIADOS
Ese pueblo pobre debe estar feliz.
La suspensión de burocracia es un trámite de todo ejercicio fiscal, pero antes se iniciaba a partir de septiembre para el resto del año y las contrataciones dependían de las asignaciones para el siguiente año.
Ahora no.
El Oficio No. 307-A.-0832 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de Rogelio Ramírez de la O, fechado el 26 de mayo pero apenas en entrega a las dependencias, es muy claro:
“Las dependencias… no podrán formalizar ninguna contratación para la ocupación de plazas presupuestales de carácter permanente, de plazas de carácter eventual y de prestación de servicios profesionales por honorarios con cargo al capítulo de Servicios Personales a partir del 31 de mayo”.
Se hacen algunas excepciones para las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), la Guardia Nacional (GN) y el cuerpo diplomático a cargo de Marcelo Ebrard.
Son cuerpos privilegiados, lo sabemos, y junto por ello sorprende otra salvedad: “las acciones para llevar a cabo los servicios de salud a la población para atender la contingencia sanitaria derivada del virus…”
El Covid, ahora de nuevo en ascenso.
¡VENGA LA LANA!
El documento, señalamos arriba, apenas se reparte.
Lo firma Víctor M. Mojica Vilchis, titular de la Unidad de Política y Control Presupuestario de la Subsecretaría de Egresos de Hacienda.
Simultáneamente, ha comenzado la operación de exigir el regreso de recursos no ejercidos aún en inversiones, servicios, compras y contrataciones en general.
En el caso de personal, señala Mojica Vilchis:
“Las dependencias y entidades apoyadas en servicios personales que cuenten con recursos provenientes de vacancia deberán, dentro de los diez días hábiles siguientes al término de cada mes, realizar el traspaso de esos recursos al Ramo General 23 Provisiones Salariales y Económicas…”.
No se especifica, pero por esas devoluciones repercutirán en reducciones presupuestarias para el 2023 por ineficiencia administrativa y la Cámara de Diputados podrá reasignar las partidas.
¿A dónde?
A la única prioridad lopezobradorista: reparto de dinero con fines electorales e imagen personal disfrazada de programas sociales.
-Hace falta darle más dinero al pueblo -dijo ayer.