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Mientras los Países Bajos y China ordenan confinamientos masivos, EEUU anuncia un paquete de medidas y acelera dosis de refuerzo ante la llegada de ómicron.

Dos años después del inicio de la pandemia y uno desde la primera vacuna aplicada contra COVID-19, el mundo se prepara para recibir 2022 en un nuevo estado de alerta:

Desde la identificación de la variante ómicron a finales de noviembre de 2021 en Sudáfrica, los casos a nivel mundial han escalado una vez más, justo cuando la última ola provocada por la variante delta alcanzaba mínimos históricos en todo el globo.

Aunque aún hacen falta más estudios, la evidencia actual sugiere que ómicron es más contagiosa que todas las variantes anteriores; sin embargo, las cifras de hospitalización de la ola provocada por la nueva variante compara con las anteriores es menor, un dato que sugiere que ómicron produce una enfermedad más leve que delta y otras variantes.

No obstante, el ritmo de nuevos contagios en aquellos países donde ómicron ya es la variante dominante es alarmante: mientras el Reino Unido y España rompen récord de casos positivos diarios (más de 90 mil y 60 mil nuevos contagios, respectivamente) los Países Bajos se convirtieron en el primer país de la Unión Europea en decretar un nuevo confinamiento masivo para cerrar 2022.

Al otro lado del Atlántico, la mañana del 22 de diciembre, Joe Biden anunció que los Estados Unidos estaban listos para enfrentar el pico de nuevos contagios generados por ómicron, un aumento que llegará en las próximas semanas luego de confirmar que se trata de la nueva variante dominante en el país, con más del 73 % del total de casos nuevos.

Biden también anunció la entrega gratuita de 500 millones de pruebas rápidas para realizarse en casa que estarán disponibles a partir de enero para quien así lo solicite, así como la apertura de más sitios federal de vacunación con el objetivo de aumentar la tasa de personas completamente inmunizadas y sobre todo, impactar en los grupos antivacunas y quienes por voluntad propia, han decidido no vacunarse contra el virus.

China vuelve a confinar a 13 millones de personas

El número de nuevos contagios también ha crecido en Asia. A mediados de diciembre, los 143 nuevos casos en Xi’an, una ciudad de 13 millones de habitantes al norte de China, provocaron que las autoridades decretaran un nuevo confinamiento, una medida de contención que nació en enero de 2019 en Wuhan, epicentro al inicio de la pandemia. 

Dos años después, las imágenes de Wuhan se repiten en Xi’an mientras el gobierno multiplica el número de pruebas diarias con la intención de aplicarlas a todos sus habitantes.

En un comunicado oficial, las autoridades de salud especificaron la necesidad de “permanecer en sus casas salvo razón imperativa”, además de restringir los viajes al exterior y limitar los internos a actividades esenciales, como hacer compras sólo por una persona designada por familia, quien podrá salir cada dos días.

FUENTE: WWW.MSN.COM, LINEA POLITICA, 22/12/2021.