Primer dato:
Olvidémonos de abandonar la categoría 2 en aviación y seguridad aérea y subir a la 1 ante las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos.
No lo veremos en años aunque el director de la Administración Federal de Aviación Civil (AFAC), el general retirado Carlos Rodríguez Munguía, tenga la encomienda de atender el tema.
Y aunque en sus reuniones internas asegure incrementar prácticas con miras a la auditoría en puerta -prevista para noviembre próximo- de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Segundo dato:
En ese sector todo mundo mete mano y ahora participa como autoridad supervisora -¡ufffff, qué sorpresa!-… ¡La Secretaría de Gobernación!
Tercer dato:
El subsecretario Rogelio Jiménez Pons, arquitecto de profesión pero inicial director de Fonatur, luego fracasado constructor del Tren Maya y ahora formalmente subsecretario de Transportes con 90% de lealtad -o más- y 10% de capacidad, pierde influencia en su área administrativa.
UN OSCURO ACTOR
La investigación sobre este tema para la columna comenzó la semana pasada.
Un piloto de Aeroméxico, como muchos de sus compañeros, desobedeció las órdenes de la Torre de Control y estuvo a punto de causar un accidente.
Cuando previsiblemente chocaría con helicópteros en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA, Base Aérea Militar Santa Lucía para los conocedores), le ordenaron frenar.
Susto general de los pasajeros, como bien lo publicó 24 HORAS con información puntual a pesar del operativo gubernamental para acallar cualquier incidente o riesgo de accidente.
Ojalá no haya accidente.
Al frente de esta estrategia de ocultar lo negativo ante los medios está Jorge Luis Abadie Vázquez, expiloto de Aeroméxico, con familiares en esa empresa y actual director de Políticas Públicas de Transporte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Él es el tótem en la aeronavegación mexicana y tal vez Jorge Nuño le crea porque el poder de Abadie Vázquez, exdirectivo de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), va al alza y es enlace con la dependencia de Adán Augusto López.
¿Para el traspaso?
¿Para la militarización?
Este es un tema de mucho alcance, demasiados intereses, mayores riesgos y ojalá no debamos contar los accidentes aéreos y menos los muertos por un manejo político indebido.
CARTAS A MI HIJA
1.- Veo a José Manuel del Río Virgen fresco, contento, pleno en el Senado de la República donde es secretario técnico y la gente lo respeta.
No nada más ha mantenido el cargo porque Ricardo Monreal confía en él, sino además ha incrementado los respetos en torno suyo y su poder.
-¿Ya recuperado de las afrentas de ese sátrapa llamado Cuitláhuac García? -le pregunto.
-Para mí no existe. Veo hacia adelante.
-¿Y qué ves?
-Mi libro. Voy a publicar un testimonio personal, vivencial llamado Cartas a mi hija. Lo que compartí con ella, lo que le quiero enseñar… Ya verás.
-¿Qué le dices?
-Lo que no te imaginas. La sevicia llevada a su mayor violencia, a la mayor intolerancia.
Y 2.- Fue el fin de semana de las corcholatas.
Con duelo de porras entre Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum en éxtasis cuando escuchaba: ¡presidenta!… ¡presidenta!…