Luego del portazo en el Senado con el que ingresaron manifestantes a la sede de esa institución legislativa, los integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF) se dividieron. Un grupo vitoreaba las acciones llevadas a cabo en el recinto senatorial, mientras que miembros de la dirigencia de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del PJF (JUFEF), les reclamaron a los primeros haber hablado de acciones que no han sido consensuadas y les reclamaron que no tienen ninguna representatividad, incluso rechazaron que el ingreso haya sido planeado.
Además, aseguraron que se trató de un acto de sabotaje y adjudicaron a algunas personas, que vincularon con Morena, haber sido quienes inspiraron a brincar las vallas y meterse hasta el salón del pleno.
Sin embargo, quienes forzaron la puerta hasta que la hicieron ceder, y abrieron el paso para que entraran cientos, fueron integrantes del Poder Judicial que habían permanecido desde horas antes en la zona de la puerta seis.
Entre quienes celebraban la toma del recinto legislativo, estuvieron tres impartidores de justicia, uno de ellos fue el magistrado Froylán Muñoz Alvarado.
Ellos, desde el templete que los opositores a la reforma judicial instalaron sobre Reforma, dieron a conocer un plan de acción de siete puntos que incluye plantones permanentes en los congresos locales donde Morena tenga mayoría, así como el mantener sus demandas de medidas cautelares a organismos internacionales de derechos humanos.
Las propuestas fueron “consultadas” a quienes están en el plantón a mano alzada, quienes las avalaron al momento en que estaban terminando de arengar a luchar por la independencia del Poder Judicial.
Instantes después, arribaron integrantes de la dirección de la JUFED, y directamente la magistrada Emilia Murillo reclamó a sus pares su “legitimidad y representación”. “No hay nada acordado. Todo tiene que ser discutido por las directivas de las organizaciones y ustedes no tienen representación”. Los magistrados que dieron a conocer “el plan de acción” se molestaron y respondieron: “hay que hacer más y rápido”.
Ante el disgusto de ambas partes los impulsores de plantones permanentes y paro por tiempo indefinido en todas las instancias del PJF, se retiraron.
La magistrada Emilia Murillo, llamó a todos los que ayer se manifestaban, a mantener la serenidad y no caer en provocaciones. “Hay que esperar”, les dijo.
También, detuvo las propuestas de quienes pedían con altavoces que marcharan ya a la sede alterna del Senado, pese a lo cual, un grupo se movilizó rumbo al centro de la Ciudad, donde se localiza la sede de Xicoténcatl, usada por los legisladores también para sesionar.
Con información del periódico La Jornada