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México debe ampliar el catálogo de áreas naturales protegidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y considerar riqueza acuática y cultural a las cuevas naturales sumergidas en la Península de Yucatán, propuso la diputada federal del PRI, Claudia Pastor Badilla.

Mediante una iniciativa de ley, planteó modificar cinco artículos de la máxima norma de derecho ambiental en el país, con el objetivo de dar reconocimiento jurídico a las cuevas sumergidas, que constituyen uno de los hábitats más particulares dentro de los ecosistemas marinos costeros.

“Pese a la gran riqueza de biodiversidad, antropológica y arqueológica que suponen las cuevas naturales sumergidas en la península de Yucatán, lo cierto es que, a la fecha, no está prevista ninguna disposición legal que provea de mecanismos de protección necesarios para asegurar su conservación”, alertó la legisladora priista.

Explicó que los recientes hallazgos, confirman la existencia de una vasta red de conexiones subterráneas y submarinas que conforman las cuevas y cenotes en la Península de Yucatán; las exploraciones han mostrado ecosistemas diversos, sumergidos en agua y arrojado vestigios arqueológicos; el más cercano, el del uno de agosto pasado, que dio a conocer el descubrimiento de cinco cenotes profundos, ubicados a poco más de 22 kilómetros de la costa del estado de Quintana Roo, entre las turísticas Isla Mujeres e Isla Contoy.

“Por el momento, la complejidad de su exploración, ha evitado que el ambiente original se vea alterado de forma significativa, pues para adentrarse en las cuevas se requieren técnicas de buceo especializadas en arqueología subacuática; sin embargo, no dejan de ser sitios vulnerables, a los que hay que prestar mayor cuidado, evitar sufran daños irreversibles ya sea por contaminación, uso inadecuado de sus recursos, o actividades humanas, como el turismo invasivo, que alteran el propio ecosistema”, alertó.

La representante popular por el Estado de México, insistió: los hallazgos encontrados y la importancia de su preservación son razones suficientes para incorporar a las cuevas naturales sumergidas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, con el propósito de preservar y proteger su biodiversidad, así como la riqueza cultural e histórica.

En la península de Yucatán, existen diversas cuevas naturales sumergidas, por ejemplo la de Papakal, en el estado de Yucatán, y el sistema Ox Bel Ha, localizado en Tulum, Quintana Roo; la región, además, de poseer una belleza natural única en el mundo, tiene uno de los acuíferos más grandes y complejos del mundo; es un medio conector de ecosistemas delicados, una fuente vital para la gente de la zona y un preservador y contenedor de material arqueológico y paleontológico.