>> Reprueba secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Éctor Jaime Ramírez Barba, que la 4 T quiera más austeridad en los medicamentos, sacrificando la salud de los pacientes, para ahorrarse recursos que mandarán a sus “obras prioritarias” o al bolsillo de sus contratistas
El panista y secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Éctor Jaime Ramírez Barba, advierte de la publicación en CONAMER sobre un acuerdo para establecer las disposiciones que debe observar la COFEPRIS para utilizar y reconocer las decisiones de otras Autoridades Reguladoras de Referencia y del Programa de Precalificación de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud, para el registro sanitario y el ciclo de vida de los insumos para la salud.
Esto significa que bastará con que alguna «autoridad» reguladora, como la OMS o Estados Unidos, pero también Cuba, validen el medicamento, para que pueda adquirirse por el gobierno federal, a fin de llenar la megafarmacia de manera rápida (sin llevar un adecuado control sanitario) y barato.
Así, el gobierno federal permitirá la importación de medicamentos «patito» y sin registro sanitario en México, una medida que compromete gravemente la salud de la población mexicana. “Esto ya pasó en la pandemia y llegaron al país medicinas de dudosa procedencia, en empaques en idiomas extranjeros como el Lutiano que no podían ser recetados por los profesionales de la salud y sin garantía en su caducidad y eficacia”, refirió.
El legislador, advierte sobre la decisión justificada por el gobierno bajo el pretexto de una mayor austeridad y eficiencia en el gasto en medicamentos, pues esconde riesgos significativos para la salud de los pacientes mexicanos.
“Es alarmante posibilidad de que medicamentos de dudosa procedencia y calidad entren al mercado mexicano sin los controles y registros sanitarios adecuados”, externa.
Ramírez Barba, previene en torno a que, con ese acuerdo, la COFEPRIS dejará de hacer su función de agenda reguladora de la seguridad y eficacia de los medicamentos, para convertirse de plano en un solapador de las decisiones políticas de la 4T.
En el caso de la OMS, respecto de la lista de “medicamentos preclasificados”, que México autorizará comprar libremente sin los permisos correspondientes, la propia institución internacional señala que dicha lista no constituye un aval o garantía de la aptitud, por parte de la OMS de ningún producto para un propósito particular, incluso en lo que respecta a su seguridad y eficacia, señalando la necesidad de que cada país haga su propia validación de acuerdo a sus normas sanitarias.
Sin embargo, contrario a los estandares internacionales, COFEPRIS ya no hará revisión en las importaciones de medicamentos, dejará de hacer la protección contra riesgos sanitarios de las medicinas que llegan a los mexicanos y estará en la megafarmacia.
Además, viene la nueva compra consolidada a cargo de BIRMEX y sus «operadores» subcontratados, que quieren tener mucho margen para hacer negocios, buscando el precio más barato en medicamentos patito, aunque tengan que traerlos de Cuba u otro lugar sin el adecuado control sanitario. Pero a la vez, quieren lo más rentable para sus bolsillos, aunque se sacrifique la salud de millones.
Conjuntamente. estos medicamentos de segunda serán adquiridos exclusivamente en mercado público, así, la 4T pone «a los pobres primero», pues a ellos se destinarán los medicamentos que no han acreditado seguridad, calidad y eficacia, y que ponen en riesgo su salud.
Por lo que, este nuevo «Acuerdo» representa un retroceso en los estándares de salud pública del país, que durante años fueron un modelo de referencia, ahora COFEPRIS solamente sirve para validar decisiones políticas.
Ante ello, “las y los legisladores del PAN, pedimos revisar y reconsiderar esta decisión, enfatizando la necesidad de priorizar la seguridad y eficacia de los medicamentos disponibles para la población mexicana”, apuntó.