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La Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA por sus siglas en inglés) derivó en un abierto apoyo de esa agrupación a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, quien lloró al dirigir un mensaje a abogados de todo el mundo.

“Trabajaré hasta el último aliento por amor al derecho y a la investidura que conlleva impartir justicia y a la independencia judicial”, dijo con la voz quebrada.

La ministra Piña asistió al arranque de los trabajos de la IBA en el Centro Banamex y, aunque no estaba prevista su participación en el programa oficial, fue invitada a intervenir y presentada por la presidenta de esa asociación, Almudena Arpón de Mendivil Aldama, socia del despacho Gómez-Acebo & Pombo con sede en Madrid, España.

Arpón de Mendivil pidió a la ministra Piña y a los ministros Margarita Ríos Farjat, Alberto Pérez Dayán y Jorge Pardo Rebolledo, a subir a la mesa desde donde minutos después el discurso de inicio de los trabajos estuvo a cargo del ex presidente Ernesto Zedillo.

La abogada le entregó un reconocimiento y le soltó a Piña: “¡soy tu fan!”

Ante los abogados, Arpón de Mendivil presento a Piña como una mujer valiente y advirtió del “riesgo” que significa la reforma al Poder Judicial de la Federación para la independencia de dicho poder. Y al dirigirse a los juristas mexicanos, expresó: “compañeros abogados, ustedes no están solos”.

La ministra Piña se presentó con un discurso escrito y en una carpeta engargolada y con cubiertas negras.

Ahí expresó que, si los jueces hablan por sus sentencias, “en México hemos hablado mucho y ahí están nuestras sentencias… que han protegido los derechos y las libertades”.

Las resoluciones judiciales, expresó, han tenido que ver con casos de prisión preventiva oficiosa, presunción de inocencia, libertad religiosa, derechos económicos, sociales y ambientales, derechos de la comunidad LGBTQ, del interés superior de la niñez, derechos de los pueblos y comunidades indígenas e incluso de autonomía reproductiva “y muchas materias más”.

En medio de aplausos que recibió de pie, expresó: “Ahí están las historias que hemos escrito… Lo dije y lo retiro: nadie tiene el monopolio del amor por su país. En todo caso por el bien del pueblo y recordando a José María Morelos, solo espero que todo aquel que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, o ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”.

Con información del periódico La Jornada