~ “Si hacen una transa grande es porque el presidente lo permitió”: AMLO
Después de las universidades públicas, la Marina y el Ejército Mexicano gozan de una gran aceptación por parte del pueblo de México.
En promedio, 7 de cada 10 personas dicen tener mucha o algo de confianza en las fuerzas armadas pero hoy -como les comenté en la pasada entrega- un tsunami golpea las costas de la Armada de México por una red de huachicol que operó desde sus entrañas y coordinada por altos mandos.
Con ello, el intenso oleaje y la tormenta también deslavan y tiran el discurso oficial de que se había acabado el huachicol. Que no había ni arriba ni abajo. Que con la presencia militar habría más seguridad.
En el año 2020, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que las aduanas terrestres y marítimas estarían a cargo de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina. “Para que haya seguridad”, dijo.
Pero dos años después reportes periodísticos daban cuenta de la existencia de una red de corrupción operada desde las entrañas de la Marina por dos hermanos, también marinos y sobrinos políticos del Almirante Secretario de Marina, Rafael Ojeda.
Tenían amplios poderes para ejercer presupuesto y decidir sobre ascensos, promociones y comisiones.
Fue hasta 2024 cuando el titular de la Semar presentó al Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, una serie de denuncias sobre corrupción, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Dicho por el Fiscal, Ojeda nunca informó sobre vínculos familiares con alguno de los señalados. “No hizo ninguna distinción ni generó ningún tipo de protección en favor de nadie”, subrayó.
Ante ello, Gertz Manero dijo durante la conferencia mañanera de la presidenta Sheinbaum que se abrieron las investigaciones y se pusieron bajo control judicial.
Hasta el momento el resultado son 14 detenidos que han sido ya vinculados a proceso, entre ellos uno de los sobrinos de Ojeda: el Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México. Su hermano, el Contralmirante Fernando Farías Laguna, está prófugo.
¿Lo sabía?, es pregunta
¿Y de verdad no sabía nada el presidente López Obrador? Con la tormenta encima, sus afirmaciones han cobrado nuevamente relevancia.
Una y otra vez durante su sexenio y para denostar a sus antecesores, AMLO repitió hasta el cansancio que “el presidente de México se entera de todo y no hay negocio jugoso que se haga sin el visto bueno del presidente. Si hacen una transa grande es porque el presidente lo permitió. Todas esas transas llevan el visto bueno del presidente, aunque no firme”.
Presumía además de sus reuniones de las seis de la mañana con su gabinete de seguridad. ¿Entonces Ojeda no le informó ahí, en esos encuentros en Palacio Nacional, sobre las transas de sus sobrinos? ¿Lo supo?
La tormenta, pues, está pegando duro. Moja otros terrenos, amenaza con extenderse a otras latitudes y como dicen los abogados: “a confesión de parte relevo de prueba”.