Era, lo saben en la cúpula política, el candidato sustituto.
Esa lamentable circunstancia vivida por México en marzo de 1994, cuando Mario Aburto cambió la historia con sus dos disparos en Lomas Taurinas a Luis Donaldo Colosio.
Entonces fue Ernesto Zedillo, pero en el 2024 tal designación preventiva de Palacio Nacional recayó en Adán Augusto López, amigo personal y de familia de Andrés Manuel López Obrador.
Todo transitó en orden en la campaña y hoy el notario tabasqueño, gobernador con licencia, exsecretario de Gobernación y excorcholata está predestinado para grandes tareas.
Nadie le discute y menos le arrebatará el liderazgo para el Senado de la República, donde hasta ahora los cálculos oficiales lo colocan a dos votos o máximo tres de la mayoría calificada.
Tarea relativamente sencilla, dados los recursos disponibles para atraerlos de la oposición -panista, priista o emecista, lo mismo da- y satisfacer la voluntad presidencial.
La encomienda, eufemismo de instrucción, es hacerlo en septiembre y Adán Augusto tiene la cercanía con los dirigentes y coordinadores de la disidencia para entenderse y arreglarse.
ENLACE CONFIABLE
Pero los preparativos apuntan más allá.
Su amigo Andrés Manuel López Obrador estará pendiente de su trabajo al comenzar la próxima Legislatura y mantendrá la comunicación después.
¿Para ser enlace suyo desde el rancho La Chingada -él así rebautizó la propiedad de sus padres, originalmente llamada Rancho de San Judas Tadeo (por fortuna no Taddei) con Palacio Nacional de la futura Presidenta, Claudia Sheinbaum?
Lo sabremos y tal vez lo veremos, pero es un intermediario consensuado por sus buenas relaciones y la confianza de ambos, de quien se irá -si se va- y de quien llegará.
En teoría su tarea puede ser allanada, pues desde el poder se presiona a los órganos electorales, el INE de Guadalupe Taddei y el TEPJF de Mónica Soto, para asegurar votación holgada en San Lázaro.
Por ahora al zacatecano Ricardo Monreal no se le ven problemas para los dos tercios constitucionales en pos de las dos docenas de reformas instruidas por López Obrador.
En cambio, el tabasqueño todavía espera recuentos, impugnaciones y dictámenes para conocer sus armas legislativas y cantar a mandatario y mandataria:
-Están ustedes servidos.
DE BANOBRAS A CFE
1.- Cubiertos los nombramientos secretariales, quedan otros importantes aunque sean de gabinete ampliado.
Usted tuvo aquí la primicia de la ratificación de Zoé Robledo en la dirección del IMSS y de Marcos Bucio en la Secretaría General.
Entre los pendientes destacan dos organismos a los cuales Andrés Manuel López Obrador ha dedicado fortunas con no buena fortuna.
Petróleos Mexicanos con Octavio Romero Oropeza y CFE con Manuel Bartlett Díaz, quienes quisieran repetir y cuentan con el respaldo presidencial.
Pero hay negociaciones y, a reserva de ver en qué terminan, aquí damos un adelanto: Claudia Sheinbaum quiere a Jorge Mendoza Sánchez en la Comisión Federal de Electricidad.
Es decir, pasaría de Banobras a aquella paraestatal.
Y lo de Pemex está más incierto.
Y 2.- Lo hemos dicho en Teléfono Rojo: la gobernadora Evelyn Salgado cuenta con todas las simpatías lopezobradoristas.
El mandatario estuvo el fin de semana en Guerrero, en pleno inicio de temporada, para constatar la recuperación de Acapulco y Coyuca de Benítez tras el huracán Otis.
Falta, pero a esa reactivación turística se suman proyectos gubernamentales de desarrollo y los programas del Bienestar.
