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«Predica pobreza, pero su bolsa pesa», refrán popular

 ¿Quién será el pato mayor o la pata con A que amarga los días del senador Adán Augusto López Hernández?

¿Quién de la 4T o desde el movimiento político al que pertenece, Morena, lo trae a toallazo limpio un día sí y al día siguiente también?

– ¿Hay fuego amigo?, se le preguntó el viernes en una conferencia de prensa en la que brotaron sus millones.

– Yo sí sé de parte de quién y de quiénes. Sé por qué lo hacen. Pero a todo santo le llega su capillita y todo va a tener su tiempo. Estos ataques llevan como objetivo dañar al movimiento y ahora resulta queel pato mayor le tira a las escopetas.

– ¿Sí hay fuego amigo?, se le insistió.

– Ahí se lo dejo de tarea. Yo en su momento voy a darles una especie de dictamen de todo esto, sentenció.

Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, Adán Augusto matizó y pateó el bote hacia la derecha conservadora para repetir que lo atacan para dañar a su movimiento político.

Pero los mal pensados – que hay muchos- voltearon hacia Palacio Nacional.

Horas antes de la conferencia de Adán Augusto efectuada en el Senado, se le preguntó a la presidenta Claudia Sheinbaum en la Mañanera del Pueblo si el ex gobernador de Tabasco y ex Secretario de Gobernación debía aclarar de dónde y de quién recibió, entre 2023 y 2024, 79 millones de pesos que no presentó en sus declaraciones patrimoniales, según reveló Televisa.

La jefa del Ejecutivo bajó el tono de voz, dibujó una sonrisa y sin más, soltó: sí, que aclare.

Y Adán salió después a medios. Como chivo en cristalería dijo que la información difundida por la televisora privada era falsa, manipulada y que su propósito era desacreditarlo.

Encabritado confrontó a la reportera de Televisa por sus preguntas pero conforme avanzó la conferencia su riqueza brotó y brotó con todo y las herencias de sus padres.

Reconoció el ingreso de los 79 millones de pesos y todavía más. Presumió ser el notario público con mayor éxito en Tabasco; tener ingresos por servicios profesionales y como servidor público; ser beneficiario de una herencia por parte de su padre y en espera de otra proveniente de su madre; vende ganado y… como dice el refrán popular: su bolsa pesa.

Y cómo no va a pesar si expertos fiscales estiman que por la millonada que ingresó a su bolsa en dos años, y por la propia información que proporcionó, sólo pagó un promedio de 2.4 por ciento de ISR, muy por debajo del 35 por ciento marcado por la ley que representarían unos 26 millones de pesos.

No me siento mal

La conferencia llegó al tema del presunto líder del cártel “La Barredora”, quien fue nombrado por el propio Adán Augusto como Secretario de Seguridad durante su gobierno en Tabasco.

El hermano político de Andrés Manuel López Obrador dijo, sin tapujos y con abierto cinismo, que no me siento mal por haber nombrado a Hernán Bermúdez; dio resultados cuando menos durante el tiempo que yo estuve como gobernador.

Dijo que si después Bermúdez vino a descomponerse en su actuar pues ya no fue parte de mi responsabilidad.

Y para tranquilidad del próspero Adán, ni la Fiscalía de Tabasco ni la Fiscalía General de la República tienen órdenes para citarlo a declarar sobre los vínculos criminales de su ex mando policiaco.

Con la conferencia del viernes, Adán Augusto abre más frentes y sospechas no sólo sobre quién es el pato o la pata mayorque le tira a la escopeta, que en este caso sería él, si no quiénes son los que forman parte de esa red de financiamiento que lo apoya y que podría apuntalar por segunda ocasión sus aspiraciones a la Presidencia de la  República.

Dice, retador, que será coordinador de los senadores guindas por seis años porque así lo decidieron sus compañeros o porque se lo ganó en el juego de las corcholatas que inventó López Obrador; además alardea tener una coraza bastante gruesa.

El tabasqueño ya no oculta sus millones. Ahora los justifica como todos los de la izquierda dorada que han sido exhibidos por sus lujos y excesos. 

Con Adán la austeridad republicana, la justa medianía y la pobreza franciscana son un slogan para las campañas, y su cabeza, por ahora, no la verán rodar ni patos ni conservadores.