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Estira y afloja

Alonso Ancira, presidente de Altos Hornos de México (Ahmsa), tiene una visión positiva del futuro por el incremento mundial de precios del acero, mejoría en la producción y visible financiamiento externo o ingreso de nuevo capital. Le urge aumentar su liquidez para atender el acuerdo con Pemex a finales de noviembre por 50 millones de dólares y las liquidaciones establecidas por la suspensión de pagos, entre otros.

Hay otro problema a resolver: la búsqueda de convenios para el pago de parcialidades o su diferimiento de 4 mil 118 millones de pesos, que generan actualizaciones y recargos, por vencimientos de impuestos federales, contribuciones de seguridad social y derechos de minería y agua vencidos. También están las demandas por adeudos vencidos a diversos proveedores de bienes y servicios.

Y el que sigue de mal humor es el director general de la CFE, Manuel Bartlett, quien inútilmente busca por todos lados con decenas de funcionarios y asesores conocer con anticipación las posibles demandas legales contra la empresa por la reforma constitucional para tener argumentos convincentes, fuera de estridencias políticas como el de mantener subsidios en precios de energía para sumar adeptos.

En 2016 la empresa recibió 30 mil millones de pesos para subsidiar tarifas, cifra que aumentó a 70 mil millones en la actualidad y para 2022 se prevén 73 mil millones como mínimo. Hay que decirlo con claridad: la CFE no es la que paga esos montos, son todos los mexicanos que pagan impuestos. Además, ante el anuncio de unificar tarifas, ningún diputado le preguntó si los habitantes de Mexicali van a pagar el subsidio en CdMx o al revés, y cuánto costará el cambio.

Ordenó conseguir el informe completo del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL en inglés) del Departamento de Energía de Estados Unidos, mismo que adelantó un aumento en las emisiones de carbono de CFE de 26 a 65 por ciento, más un incremento en costos de generación de 32 a 54 por ciento, si se aprueba la reforma constitucional.

Cuarto de junto

Ante el regreso de los niños a la escuela a partir de noviembre, cobra importancia el anuncio de la empresa Productos Médicos Integrales (PMI 1210) que busca ya el permiso de Cofepris para iniciar la comercialización de la prueba de Antígenos Nasal Standard Q desarrollada por el laboratorio de origen coreano SD Biosensor. El hisopo está enfocado en niños pequeños y personas sensibles, y solo se introduce de dos a tres centímetros en cada fosa nasal; PMI logró un acuerdo con la Fundación IMSS para una donación importante de este tipo de pruebas en las guarderías del instituto. Ya pasó todas las evaluaciones del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos. Pronto se contará con la prueba Standard Q IgG/IgM Plus que evitará nuevos brotes pandémicos.

J. Jesús Rangel M.

jesus.rangel@milenio.com