Al asumir el gobierno de Campeche, Alito tuvo mensajes de gratitud.
En especial reconoció la orientación política y el apoyo de José Murat, a quien se refería como maestro y guía durante toda su carrera.
Luego, cuando decidió dejar Palacio de Gobierno e ir por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el oaxaqueño le despejó el camino.
Tuvo en Alejandro Murat, a la sazón gobernador de Oaxaca, el motor económico para operar su triunfo sobre la yucateca Ivonne Ortega.
Todo iba bien:
José Murat integró gran parte del Comité Ejecutivo Nacional y de los órganos internos de control creados, quién lo dijera, en la XIV Asamblea de Luis Donaldo Colosio y Rafael Rodríguez Barrera.
Especial cuidado puso Murat en el nombramiento del presidente del Consejo Político Nacional (CPN), finalmente entregado a un echeverrista como él, Augusto Gómez Villanueva.
Pese a esos antecedentes, Alejandro Moreno Cárdenas se deshizo de los Murat: a Alejandro lo marcó cuando pactó la entrega de Oaxaca a la 4T y a José Murat le quitó la Fundación Colosio.
CON EL VIENTO A FAVOR
Hoy el camino está despejado.
Alejandro Moreno tiene bajo su mando al Consejo Político, a la Comisión Permanente, a los dirigentes estatales, a las bancadas y por supuesto a los militantes con derecho a voz y voto en la Asamblea Nacional.
Nada escapa a su mando.
A ellos ha sumado a actores externos, como notarios públicos, representantes del Instituto Nacional Electoral (INE), de Guadalupe Taddei, y no se diga a magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), de Mónica Soto.
Con ese control, conteste el lector:
¿Tiene Alito pleno dominio para su reelección, sí o no?
¿Cabe esperar para Alejandro Moreno un revés jurídico, legal, de algún órgano electoral en momentos de severos cuestionamientos a la XXIV Asamblea Nacional para asegurar su longevidad al frente del PRI?
Y GRACIELA SE PRESTÓ
1.- Hasta a sus detractores Alito les ha dado una lección.
Si Dulce María Sauri reclama una mujer al frente del partido por turno de género, ya la tiene: Alejandro Moreno puso al frente a la chihuahuense Graciela Ortiz y de paso resolvió la prelación.
Y si es un argumento de los inconformes, ¿habrá voto en contra del INE o del TEPJF a favor del proceso de reelección del actual dirigente?
Se aceptan retos.
2.- Los morenistas no sueltan Jalisco.
Forzarán la intervención de la Sala Superior del TEPJF, sí, la de Mónica Soto, en su lucha por quitar la gubernatura a Movimiento Ciudadano.
En sus pruebas fundamentales están 59 paquetes encontrados el 11 de junio en bodegas del Instituto Electoral de Paula Ramírez con casi 200 actas no contabilizadas.
El pleito será largo.
Y 3.- Las playas de Ixtapa Zihuatanejo son seguras.
Con certificación en mano, la gobernadora Evelyn Salgado entregó el Distintivo Blue Flag a la zona La Ropa, lo cual es garantía para los turistas.
Además, se mantienen las buenas evaluaciones en las playas La Madera y El Palmar en sus tres secciones para dar tres mil 306 metros de plenas garantías de salud y seguridad.