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El discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de los medios de comunicación y periodistas fue persistente durante la última semana, a pesar del incremento de violencia hacia este sector durante el primer mes del año.

La organización Artículo 19 ha advertido que las expresiones del presidente en contra de la prensa pueden incentivar ataques contra periodistas e incrementar el nivel de vulnerabilidad y riesgo al que se enfrentan.

Los constantes ataques de esta semana se suman a calificativos que ha empleado desde que inició su administración como: hampa del periodismo, prensa fifí, conservadores, chayoteros, maiceados, de señalar a periodistas en tono sarcástico como paladines de la transparencia y la honestidad o acusarlos de que “le muerden la mano a quien les quitó el bozal”.

La investigación sobre la casa donde vive el hijo del mandatario, José Ramón López Beltrán, en Houston, Texas, publicada por Latinus Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad fueron el detonante de varias críticas.

En los últimos cinco días de conferencias matutinas, señaló que los medios de comunicación y periodistas están al servicio de la “mafia del poder” o del antiguó régimen; usó los calificativos de “prensa conservadora” y “prensa vendida” como mensajes constantes.

Tan solo este viernes, el presidente arremetió contra la periodista Carmen Aristegui; señaló que a pesar de que se le veía como modelo de comunicación a seguir y “paladina de la libertad”, engañó durante mucho tiempo.

Aseguró que la comunicadora está a favor del bloque conservador, con sus “reportajes calumniosos” y sus expertos, como Denise Dresser, Sergio Aguayo y el titular del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.

Ante las declaraciones del mandatario, Aristegui reaccionó y señaló que el presidente dice cosas que tienen un solo propósito: “dañar lo que es más importante para una periodista, dañar la reputación, dañar la trayectoria periodística, dañar la credibilidad y eso es un asunto que tenemos que tomar conciencia de lo que significa”.

Desde su espacio informativo, señaló que López Obrador hace uso del de los recursos públicos, como el Palacio Nacional y su tiempo, para agredir.

Advirtió que la labor de los periodistas juega un papel importante en la democracia, aunque resulte incómodo, odioso y antipático; afirmó que la crítica es un ingrediente básico.

Hace unos días, el presidente hizo referencia a Animal Político y cuestionó de dónde obtiene información sobre muertes por COVID; lo calificó de “conserva, conserva” por publicar datos oficiales, que la propia Secretaría de Salud federal tiene publicados en su sitio sobre coronavirus.

También ha intensificado el discurso en contra de los periódicos Reforma y El Universal, principalmente, asegurando que están al servicio del poder y de ser simuladores.

López Obrador asegura que no se le falta al respeto a los medios de comunicación, no se coarta la libertad de expresión y solos se ejerce el derecho de réplica, además, minimiza los calificativos que emplea.

Apenas la semana pasada dijo que son muy pocos los periodistas que están cumpliendo con el “noble oficio de informar” y como si hubiera una lucha o competencia entre medios y su gobierno, aseguró que “hay que ganarles en el debate”.

“La mayoría está buscando como caemos (…) entonces tenemos que estar al pendiente de Reforma y El Universal y de etcétera, etcétera, y además de eso respetar la libertad de manifestación y el derecho a disentir, pero ganarles en el debate y si se puede exhibirlos cada vez más como tendenciosos, prensa vendida, alquilada al servicio de minorías rapases”.

Enero de 2022 ha estado marcado por los asesinatos de periodistas: el primero de ellos, José Luis Gamboa Arenas; después el fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, y Lourdes Maldonado; estos dos últimos, comunicadores de Tijuana, Baja California, que fueron asesinados con tan solo días de diferencia.

Mientras que el 31 de enero, el portal Monitor Michoacán denunció el asesinato de Roberto Toledo, uno de sus miembros, en respuesta al trabajo periodístico que realiza el sitio, de acuerdo con su director, Armando Linares.

Además, se contabilizan dos agresiones, el 26 de enero el periodista José Ignacio Santiago Martínez, fundador y director de Pluma Digital Noticias, fue víctima de un ataque armado, en la carretera Yosonicaje-Tlaxiaco, cuando se dirigía a la ciudad de Juchitlán, Oaxaca;

Mientras que el primero de febrero, intentaron asesinar al periodista y director del portal CG Noticias, Nezahualcóyotl Cordero, en Isla Mujeres, Quintana Roo.

Al ser cuestionado sobre los asesinatos a periodistas, López Obrador acusó a sus adversarios de utilizar dichas muertes para atacar su administración y “sacar provecho hasta del dolor humano, siempre y cuando sea para afectarnos”.

Sobre mejorar los mecanismos de protección para periodistas, proteger la vida a los comunicadores y garantizar el bueno manejo de las condiciones laborales de este sector, señaló que no habrá impunidad ante los asesinatos de los comunicadores, que se protege a los periodistas amenazados y que se trabaja en mejorar el mecanismo de protección.

Sin embargo, señaló que es difícil “hacer periodismo en los pueblos, en los municipios, en las regiones”, al ras del piso, pero que en la Ciudad de México es distinto, y más si se trata de un periodista de la “mafia del poder”, porque esos van a los restaurantes más especiales, extravagantes y traen protección; aunque, dijo, que también “a ellos hay que cuidarlos”.

Por violencia, propone suspender el “Quién es quién de las mentiras”

Esta semana, el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarreal, consideró que, ante la escalada de violencia contra los periodistas, es necesario suspender la sección “Quién es quién de las mentiras”, que se presenta en la conferencia matutina del mandatario federal.

Consideró, en entrevista con Proceso, que este espacio envía mensajes confusos sobre la intención gubernamental de garantizar la libertad de prensa y que enrarece los mensajes que se deben escuchar de respaldo a la labor periodística.

“Hoy, ante la escalada de violencia me corresponde pedir la suspensión de este espacio, porque enrarece los mensajes firmes que se deben escuchar de respaldo a la labor periodística y de rechazo a la violencia contra periodistas”, dijo el relator al medio.

Sin embargo, el miércoles 2 de febrero, en la conferencia, el presidente señaló que Ana Elizabeth García Vilchis, quien conduce la sección, es una persona a la que se le tiene “toda la confianza” y se apoya.

Desde 2010, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) en México inició 3 mil 419 investigaciones por agresiones a periodistas y comunicadores, y de ellas, en solo 28 se habían logrado sentencias contra los responsables. Menos del 1% respecto al total de casos.

En México, la violencia contra los periodistas persiste y en 11 años, la FEADLE registró 94 asesinatos de periodistas, y hasta diciembre de 2021 solo tenía el registro de 6 sentencias por el delito de homicidio en contra de informadores, descartando en el 70% de los casos investigados que existiera vínculo con el trabajo periodístico.

El pasado 25 de enero, ciudadanos y periodistas en 47 ciudades de 27 estados del país protestaron por los asesinatos de periodistas y para hacer un llamado de auxilio ante las agresiones sistemáticas que sufre la prensa en México.

FUENTE: WWW.MSN.COM, LINEA POLITICA, 05/02/2022.