¡Caray!, Alejandro, Marko, Jesús, Dante, ¿no entienden? ¿Cuánto se gastaron en asesores y sabios consultores y estrategas políticos? Puro tirar dinero y, ya ven, ¡santa madriza!, 4-2.
Bueno, quizá no tanto.
Y es que, si el griego Pitágoras no mentía, el pasado domingo no salieron a votar los más de 11.7 millones de ciudadanos inscritos, en conjunto, en los padrones de Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca, Durango, Aguascalientes y Quintana Roo.
Pero, ya ve usted cómo es el licenciado presidente. Como Santo Patrono de los otros datos presumió, ante la exclusiva audiencia de la mañanera.
“Ya ustedes pueden hacer el análisis, los comentarios. Creo que estos seis estados representan como 13, 14 millones de habitantes. ¿Cuántos? Ah, no, más”. En serio, lo dijo. No se ría, dijo habitantes, no electores.
Pero, por ahí le soplaron otra inexactitud:
“Doce millones votaron por Morena”.
Y salió al quite el culto Chucho Ramírez Cuevas, quien ilustró al licenciado Andrés Manuel I.
–En total son 15 millones–, dijo el DJ vocero presidencial.
Y, entonces, Su Alteza Serenísima pronunció la verdad que es su verdad. ¿Hay otra?
–Quince millones. Así está, los que van a gobernar. Pues ahí están los datos—presumió con esa risita peculiar y la cadencia literaria de su voz de barítono de la 4T –no, no es restaurante bar–.
Quizá ni Chucho ni sus asistentes o alguno de los integrantes de la barra mercenaria leyó la información oficial del INE o de plano desconocen, es lo más seguro, qué es el padrón electoral y le mintieron a su jefe el Duce y éste se fue con la mentira que, por cierto, de esto debe tomar nota la bachiller Elizabeth García Vilchis para la sección “Quién es quién, en las mentiras de la semana”, del miércoles de esta semana.
Mire usted, el Instituto Nacional Electoral informó:
“Este domingo, más de 11.7 millones de mexicanas y mexicanos de los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, fueron convocados a votar en cerca de 21 mil casillas para renovar sus gubernaturas, así como 25 diputaciones del Congreso local en Quintana Roo y 39 ayuntamientos en Durango”.
Leyó usted bien, fueron convocados más de 11.7 millones de ciudadanos –no menores de 18 años–, lo que además no implica que todos hayan votado. Sobre todo cuando el rango máximo de votación lo registró el INE en 54.3% en Durango y 55.6% en Tamaulipas, 46.8% en Aguascalientes, 48.0% en Hidalgo, 40.5% en Oaxaca y 41.0% en Quintana Roo.
Los rangos mínimos, y disculpe las cifras, pero ya sabe usted, luego la acusación desde el púlpito del Salón de la Tesorería en Palacio Nacional nos culpa de conservadores y estar maiceados por dineros del imperio y los más billetudos de México que no tragan al licenciado presidente.
Rangos mínimos de votación: Aguascalientes, 43.7%; Durango, 49.1%; Hidalgo, 45.3%; Oaxaca, 37.4%; Quintana Roo, 37.7% y Tamaulipas con 51.6%. ¿Qué le parece?
El INE puntualizó que, según estos resultados, la participación ciudadana en prácticamente todos los casos superó 40%. Alto abstencionismo que implica menos de 50% de los 11.7 millones de ciudadanos convocados a votar.
Pero esa es la voz presidencial, los otros datos que sabrá Dios de dónde salen, pero salen y son la puritita verdad porque Andrés Manuel I lo dice. Y punto.
Por eso, por eso, Alito, Marko, Jesús, Dante, hablen con el licenciado presidente y que, por lo menos una vez a la semana, los catequice en esos secretos de “cómo ganar una elección valiéndole madre las leyes”. ¿A poco no?
Debe preocuparles la información ultra secreta que tiene Su Alteza Serenísima que, así como dio el banderazo a su sucesión, con todo y raspón a Ricardo Monreal –de ese tamaño es el miedo, dicen en mí pueblo–, también avista la desaparición del PRI.
¿Le creemos al Santo Patrono de los otros datos? Dice que la 4T transita a todas margaritas y que se ha hecho mucho en lo que va de su gobierno, pero, pero…
En la mañanera de inicio de semana le ganó el consciente, no el subconsciente y habló en presente: “hay una monstruosa desigualdad económica y social, y los de arriba son muy pocos”. “Hay”, dijo. Otra para la bachiller García Vilchis, porque el licenciado presidente presume todos, pero todos, los días “de que se está combatiendo a la pobreza”. Y he ahí que ni siquiera en los tianguis puede conseguirse la canasta básica con el salario mínimo.
Pero, bueno, el asunto estuvo en presumir la locomotora llamada Morena, aunque el índice de abstención es indicativo de que, igual que la oposición, el licenciado López Obrador y el gerente del Corporativo Morena debe estar preocupados, porque sin el PT y el Verde o los satélites emergentes estatales, nomás no saca un perro de la milpa.
Fanfarrón, gallito, como el más chingón de la pradera, Su Alteza Serenísima blofeó:
“Que el pueblo es mucha pieza, lo que siempre he dicho, y se niegan a aceptar nuestros adversarios. Yo ya no debería de estarles dando consejos o tendría yo que poner un letrero, que toda consulta causa honorarios, pero deben de hacer una revisión de su estrategia. Les afecta mucho, se los digo de manera sincera, su clasismo, su racismo. Es que desprecian al pueblo, no le tienen amor al pueblo, ahí está la esencia de todo”.
¿Entonces? ¿Los aconsejó y perdieron? Hasta se quejó:
“Ahora, antes de la elección arman una campaña para decir que tengo vínculos con el narcotráfico, sin una sola prueba”.
Pero, recomendó a los opositores, “ojalá y no caigan en la autocomplacencia, o no sigan en la autocomplacencia, y tengan capacidad para rectificar, y que se entienda de que ya son otros tiempos (…). Entonces, mientras no asimilen esta nueva realidad pues va a seguir pasando lo de ayer. Pero, bueno, no voy a estar dando consejos a todos, o sea, no pierdo nada con dar mi punto de vista.
¡Háganle caso! Alito, Marko, Jesús, Dante, no sean tercos, el licenciado López Obrador sabe lo que dice, pura experiencia: mentir, blofear, tomar pozos petroleros, marchar en demanda de justicia, recibir dineros públicos así porque sí, sin recibos, presumir cartera con una Sor Juana, victimizarse y etcétera, etcétera.
Pídanle consejo, unas lecciones, como estas que le dará a Joe Biden, presidente de Estados Unidos a quien metió en un embrollo con esto de la Cumbre de las Américas, a la que decidió no asistir porque no fueron invitados los demócratas Nico Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz Canel.
Pero, no hay problema porque, dijo, “yo tengo muy buena relación con el presidente Biden, es un hombre bueno (…)”. Y le mandó decir que lo va a visitar.
–¿Cuándo?—le preguntaron.
“En julio voy a ir a verlo a la Casa Blanca y quiero tratar con él el tema de la integración de toda América (…)”, respondió el neo bolivariano.
Y hasta se dio tiempo para abrir, sin importar su convocatoria a la pobreza franciscana, la ventanilla de contrataciones para emplear a algunos gobernadores, salientes.
–¿Es de Oaxaca, de Hidalgo?—le preguntaron.
–Es poco a poco, poco a poco—deslizó con esa risita del monaguillo que se transó las limosnas.
Bueno, bueno, habló de chile, dulce y de manteca con sus datos y prioridades como la mecánica para nominar a quien contenderá por Morena en la presidencial de 2024. Por eso, Alito, Marko, Jesús, Dante, háganle caso y utilicen los mismos métodos del viejo PRI para ganar elecciones, pero con el plus de Su Alteza Serenísima. ¿A poco no? Digo.
sanchezlimon@moises_sanchez_limon@msanchzlimon @msanchezlimon1