¿Qué tienen en común la jurista Celia Maya García, Marcelo Ebrard, la alcaldesa de Tepic, María Geraldine Ponce Méndez y el gobernador nayarita Miguel Ángel Navarro Quintero?
Tienen un sello falto de rubor: el apetito por el poder y el abuso en el ejercicio de éste.
Le platico.
Alejandro Rojas Díaz Durán, senador emergente de Morena, formado en las filas del priismo se ha vuelto muy cauto y camina con zapatillas de terciopelo en terreno minado de la 4T.
Contrasta con el proceder del abogado Ignacio Mier Velazco, coordinador de la diputación federal de Morena, efectista aspirante a gobernar Puebla que, en pos de la nominación de Morena al cargo suele operar a contracorriente del sentido común.
Y se alza defensor de todo, absolutamente todo lo que le llega de Palacio.
¿Cree Nacho que así conseguirá la bendición para suceder a Sergio Salomón Céspedes Peregrina en el gobierno poblano? Bueno, ambos están echados al lado de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
¿Y qué hay con Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal?
Mire usted.
Entre los pendientes que tiene el Senado de la República está el nombramiento de quien cubra la vacante que dejó la doctora Loretta Ortiz Ahlf en el Consejo de la Judicatura Federal cuando el 12 de diciembre de 2021 fue elegida ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ahí aparece en escena la jurista Celia Maya García, quien por aquellos etcéteras de la política tiene un especial interés, diríase apetito insatisfecho por ascender a las ligas mayores, aunque ya ha saboreado las mieles del poder en su estado natal, Querétaro, del que en tres ocasiones ha querido ser gobernadora.
Y precisamente ese apetito insatisfecho es factor que el cauto senador Rojas Díaz Durán esgrime para oponerse a que Maya García sea elegida consejera de la Judicatura Federal, nombramiento que por aquellos cascos ligeros de la política no ha logrado los consensos senatoriales.
El lunes pasado, 11 de septiembre, Alejandro ofreció conferencia de prensa en la que sostuvo que la maestra Celia Maya no cumple con el perfil para el cargo. Su antecedente partidista, es decir, su abierta militancia en Morena que la nominó en tres ocasiones candidata al gobierno de Querétaro.
Dice Rojas Díaz Duran que la jurista Maya García “es una extraordinaria jurista y además es mi amiga, pero por su filiación partidista a Morena, no cumple con un requisito que es indispensable para ocupar un espacio en el Consejo de la Judicatura Federal”.
¡Recáspita, Solín!
Diríase que con esa barroca forma de considerar a los amigos y las amigas, de plano mejor se aspirar a la amistad de Alejandro, antiguo vecino de la colonia Industrial y escolapio predilecto de la Emiliano Zapata. Pero…
¿Quién o quiénes impulsan a la maestra Celia Maya? ¿Y cómo para qué?, pregunta a la que mejor no le haga caso porque, en mi pueblo suena feo la respuesta.
Y es que, por supuesto el senador no abundó a la referencia de que “personeros a nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador, están intentando presionar en el Senado de la República para que la ex candidata de Morena al gobierno de Querétaro sea nombrada consejera”.
Por ello, con la sutileza que hoy le caracteriza sugirió a la Junta de Coordinación Política del Senado que, bueno, si se trata de competir sin mácula, pues incorpore a Andrés Lozano Lozano, junto a la magistrada Celia Maya en la contienda por el espacio vacante en el Consejo de la Judicatura Federal, el poderoso órgano de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que es como el gran hermano de todo el Poder Judicial de la Federación.
¿Será por eso que los personeros maniobran y cabildean a nombre del licenciado presidente para que doña Celia finalmente llegue a las grandes ligas con el visto bueno del Senado?
“Es mi amiga”, presumió Rojas Díaz Durán. Pero…
Fíjese como es de cabrona la vida. Esa abierta y fresca militancia en Morena es el principal obstáculo para que la jurista pueda ser designada consejera de la Judicatura Federal.
Y, bueno, Alejandro tiene razón, pero ya sabe usted cómo se la gastan los legisladores morenistas que, en ese afán fundamentalista, atienden el menor deseo del Duce. Y sí les dicen que la jurista tiene el respaldo del licenciado presidente, lo demás será lo demás y la impondrán aunque le tuerzan el brazo a la ley.
¡Total!
¡No me vengan con que la ley es la ley!
Rojas Díaz-Duran dice que él si cree en la ley, por lo que la propuesta del Senado para cubrir la vacante de la hoy ministra Loretta Ortiz Ahlf es Andrés Lozano Lozano.
Y no hay que olvidar un detalle, por encima de cualquier pecado de juventud del licenciado Lozano: con el voto senatorial por unanimidad, es el Contralor Interno del Senado.
¿A poco no?
Lozano, recordó Alejandro, tuvo la confianza de la oposición pese a que como jurista fue parte del equipo que preparó la defensa sobre el desafuero del hoy presidente López Obrador.
¿No le creé?
Veamos. Celia Maya García fue, de 1985 a 2018 magistrada de número del Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro.
En 2003 fue candidata del PRD y México Posible al gobierno de Querétaro. Perdió y reincidió como candidata de Morena en 2015; también por Morena volvió a las andadas en 2021 y perdió.
Pero el apetito de poder no ha quedado en esos estratos. Ignoro si es amiga entrañable del licenciado presidente, pero sin éxito la ha postulado para Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación e incluso al cargo que hoy ocupa el doctor Alejandro Gertz Manero como Fiscal General de la República.
¿Por qué no Andrés Lozano, contralor del Senado, a integrante del Consejo de la Judicatura Federal?
Y, bueeeno, qué le parece la puesta en escena de la obra ¿A quién prefiere Su Alteza Serenísima?, escenificada por la alcaldesa de Tepic, Nayarit, Geraldine Ponce, y el gobernador Miguel Ángel Navarro.
Geraldine tiene su corazón al lado de la doctora Sheinbaum y, en contraste, el gober simpatiza con el crooner de Bucareli, Adán Augusto López Hernández.
El poder lo tiene el gober y, para dar un escarmiento a Doña Geraldine, por andar apoyando a Doña Claudia, ordenó se procediera por la dizque vía legal y fue detenido Alejandro Galván, jefe de gabinete de Geraldine Ponce, quien acusó al gober Ángel Navarro Quintero de haberla amenazado.
¡Vaya forma de abuso de poder y ofensa al sentido común!
Geraldine advirtió al gober Navarro que se quejaría con el licenciado presidente para que les dictara tareas.
Y la palabra mágica distendió el diferendo.
A la pareja sentimental de Geraldine lo soltaron. Y aquí nada pasó.
De Marcelo mejor me quedo como momia. El apetito de poder lo impulsa a gastar su lana.
Es la misma película del patriota salvador de México. Marcelo se queda en Morena y Geraldine retornará al Palacio Municipal de Tepic. Usted disculpe, dirán estos personajes y a seguir en el acomodo y reacomodo.
¡Ah!, todos y todas tienen algo en común: disciplinados y obedientes del licenciado presidente. ¡No se pelién! ¡No se pelién!
A portarse bien magistrada, contralor, ex canciller, alcaldesa con licencia y marido que le acompaña, porque, en breve, el licenciado presidente palomeará oficios, cargos, encomiendas, todo en sacrificio por la salud de la 4T. }
¡Ay!, creo que esa tarea corresponde a la doctora Sheinbaum, pero ya ve usted que anda rete ocupada en el diseño de su campaña. ¡Recórcholis, Drakko!
sanchezlimon@gmail.com @sanchezlimon1