Antes de amenazar con la reforma electoral, es necesario que el gobierno federal empiece a trabajar en la estrategia para captar mayores recursos o de lo contrario la predicción de un crecimiento de 0.1 por ciento de nuestra economía en 2025 podría hacerse realidad, algo que no conviene a ninguno de los mexicanos.
Este crecimiento derivará de la desaceleración económica que se vive a nivel mundial y que en México, al parecer, el gobierno federal simplemente esta dejando pasar y espera que con el tiempo se arreglen las cosas.
Hasta el momento y gracias a la ayudada del Poder Legislativo, por aprobar leyes que inhiben la inversión, México ha dejado escapar la gran oportunidad de ser el país cercano a Estados Unidos. Es decir el famoso nearshoring que desde el 2023 se manifestaba como la gran solución para el país.
A esto deberemos sumar la incapacidad de gobierno federal de erradicar a los grandes capos del narcotráfico en el país,. Es cierto que cada día la secretaria de Marina, o la Defensa Nacional o el titular de la Secretaria de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch, informan que se destruyen laboratorios clandestinos, que se decomisa cantidades grandes de fentanilo y pastillas psicotrópicas pero no informan que se aprehendan a los grandes capos, solo a sus operadores de un tercer o cuarto grado. Esto también es un factor para que los inversionistas no miren a México como un país con garantías para poner sus recursos económicos a largo plazo.
Ahora, con la reciente elección de jueces, magistrados y ministros el Poder Judicial, donde se observo que la trampa es la única forma de ganar del partido político en el poder, se ahuyenta aun más a esos inversionistas. El resultado es que México tendrá que trabajar con recursos públicos para aumentar la infraestructura, mejorar la calidad de los servicios y a su vez de los sistemas de salud y educación para ofrecer, por lo menos mano de obra calificada y sana a las inversiones que se mantiene en el país.
Esto nos ha llevado a que el gobierno federal piense que la mejor solución para México es fortalecer el mercado interno, pero solo a través de una economía cerrada, cerrando la puerta a muchas importaciones y alentando a la industria mexicana a producir mas y establecer cadenas productivas dentro del país. El problema es que si no hay dinero será muy difícil poner en marcha esta estrategia.
Sheinbaum Pardo, sigue pensando igual que su antecesor, que el mercado interno se fortalece distribuyendo recursos a través de los programas sociales, pero si no existe generación de riqueza, estos recursos resultan limitados.
El gobierno federal se ha dado cuenta que las soluciones neoliberales también sirven y por ello sigue abierta la posibilidad de mantener el T- MEC o llegar a un acuerdo bilateral con Estados unidos, para aprovechar, si aun se pude, la cercanía que tenemos con el país económicamente más fuerte del mundo.
Esto nos ha llevado a que el gobierno federal únicamente espere las decisiones del gobierno de Estados Unidos, como la imposición de aranceles a todo para luego esperar que el tiempo solucione esos problemas.
Esa pasividad de nuestro gobierno mantiene la incertidumbre a muchos sectores productivos del país y esto hace que la economía se ralentice, que trae como consecuencia mayor despido de trabajadores y un incremento del mercado informal, ambos factores no son positivos para el crecimiento económico.
Otra estrategia del gobierno es poner en marcha el Plan México, pero la falta de recursos lo hace muy difícil. México no podrá crecer si solo se piensa que el poner productos hechos en México fortalecerá el mercado interno, porque no es precisamente una generación de riqueza. Hace falta que entre inversiones privadas, que inyecten recursos y con ello reactivar el circulo virtuoso de la economía.
Pero para esto deberemos esperar unos meses más, mientras que Morena sigue disfrutando su triunfo, no legitimo, de la elección del nuevo Poder Judicial que dicho sea de paso, podría ser otro elemento que podría inhibir la entrada de capitales al país.
El gobierno federal debe abrir ya los ojos y observar que la mayoría de la ciudadanía ya no quiere más a la 4T, asi se demsotro en los comicos locales de Durango y Veracruz, por lo que será mejor cambiar el rumbo y tomar distancia de este lastre. Aun que se ve difícil que Sheinbaum Pardo lo haga.
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