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elcristalazo.com

En aquel tiempo les dijo a sus discípulos: barred las escaleras de arriba hacia abajo, limpiad la suciedad y la sociedad hasta la saciedad; retirad el pus, haced esto en memoria mía.

Y Adán Augusto, uno de sus devotos más notables, tomó el gobierno de la provincia macuspana, con la innegable, indudable e inestimable ayuda del maestro y nombró a un policía de su confianza (¿cómo si no?) para llevar a cabo las labores de la necesarísima seguridad en un estado de profundos sufrimientos, pobreza y falta de trabajo, porque la añorada y depredadora industria de la abundancia petrolera se había venido para abajo.

Y AA vió entonces florecer la delincuencia, pero como dijo aquel poeta: “cerrando los ojos” la dejó pasar, no se sabe si con beneficios personales o sin ellos, y mientras crecía “La barredora”, él se enfrascaba en una lucha sorda contra los demás apóstoles por la sucesión del maestro, una pelea tan larga como el cuello de una jirafita.

Pero quiso la suerte convertir su destino y de pronto mutó en “corcholato” (con O) ; es decir, en aspirante formal a recibir de manos del maestro el bastón de mando y mientras él despachaba los asuntos de importancia nacional desde un palacete en la vieja calle de Bucareli en la ciudad capital, dejó en el gobierno a otro de sus confiados, un caballero Merino.

Pero desde ahí, como desde la Quinta Grijalva, nada vieron sus ojos. Nada supo su entendimiento (tampoco a Carlitos), nadie le dijo, nadie le informó, como si fuera una persona sin importancia, enfrascado nada más en la lectura de los proverbios:

—“Nada de que el presidente no sabe. –dice el Buen Libro–, no se enteró, de que el presidente no tiene buenos colaboradores, de que lo engañan. Mentira, el presidente de México se entera de todo”.

Pero los tiempos cambiaron. Y entonces fue necesario enterarse de otro modo: los medios.

“Hernán Bermúdez Requena, ex Secretario de Seguridad Pública de Tabasco, pasó de ser señalado en mantas y reportes de inteligencia a convertirse en un prófugo internacional buscado por Interpol.

“El 14 de febrero de 2025, la Fiscalía de Tabasco emitió una orden de aprehensión en su contra por presuntos vínculos con la organización criminal “La Barredora”, ligada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

“Ese mismo día, Bermúdez huyó de México desde Mérida, Yucatán, con destino a Panamá, para luego dirigirse a España y, según la última información, a Brasil, informó el general Miguel Ángel López Martínez, comandante de la 30 Zona Militar… (¿Y cómo supieron si antes nada sabían?).

“Bermúdez Requena, conocido como ”Comandante H», asumió la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco el 11 de diciembre de 2019, nombrado por el entonces Gobernador (Morena) Adán Augusto López Hernández. Su gestión, que se extendió durante la gubernatura interina de Carlos Merino Campos hasta enero de 2024…”

De acuerdo con un informe del Centro Regional de Fusión de Inteligencia Sureste (Cerfise), filtrado por Guacamaya Leaks, el prófugo le autorizó a Benjamín Mollinedo (“Pantera”), el control de Huimanguillo y Cárdenas, para consolidar a “La Barredora”.

“La Barredora es inexistencial (…) existe delincuencia local, son delincuentes locales y no se les puede llamar cárteles de delincuencia organizada. Nosotros no podemos ni proteger, y bueno, cómo vamos a proteger algo que no se tiene la prueba de su existencia”, afirmó en impecable razonamiento cuatroteista.

Según. datos conocidos localmente, “La Barredora”, operaba como un “cártel policiaco”. Tráfico de drogas, de migrantes, trata de personas y extorsión en bares y antros.

“Durante años, según autoridades, esta organización (Reforma) contó con la protección de altos mandos policiales, incluyendo Leonardo Arturo Leyva (ex director de la Policía Estatal), José del Carmen Castillo (ex comisionado estatal) y Ulises Pinto Madera, alias “El Mamao”, un ex policía federal.

Haced esto en memoria mía.