El senador electo y ex dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones dijo que sigue siendo priísta y precisó que no ha sido notificado de un proceso interno de expulsión. Anunció que en caso de su exclusión por parte de la dirigencia de Alejandro Moreno acudirá a las instancias electorales para defender sus derechos políticos y partidistas.
“Si no es legal lo que hacen conmigo, tampoco es legítimo. Nadie me ha expulsado y soy leal al PRI, no a las locuras de sus dirigentes. El debate de si pertenezco o no a la bancada es una trampa y no conozco un elemento que haya violado, que se constituya en una sanción de esa naturaleza. Disentir no es un delito ni pecado. Si quieren, que intenten mi expulsión, pero haré valer mis derechos”, dijo en entrevista con La Jornada.
En la conversación, agregó: “El PRI no es de Alito, un aspirante a dictador, es de todos. A lo que nos negamos es a militar en el PRI de Alito, en el que hay más expulsiones que afiliaciones; en el PRI de una sola persona. El domingo hubo un asalto, no una elección”.
Después de que la bancada priísta en el Senado se negó a incluirlo como integrante, el también ex gobernador de Sonora consideró una equivocación el pacto de 2019 entre el ex presidente Enrique Peña Nieto y los gobernadores para bajar de la contienda interna al doctor José Narro, que dio vía libre a la dirigencia de Moreno Cárdenas.
En corrillos priístas se ha hablado que el mexiquense Alfredo del Mazo le comunicó en Toluca la decisión al ex rector de la UNAM. “Eso fue lo que circuló como versión y creo que fue cierta esa reunión con algunos gobernadores que invitaron al doctor y después Alito inventó una contienda con Lorena Piñón, a quien en pago hicieron diputada”, recordó.
Como se había anticipado en las filas del tricolor, ayer Manuel Añorve fue designado coordinador de los senadores.
–Añorve siempre estuvo cerca de usted. ¿Le dio la espalda?
–Sólo lo felicito por su elección como coordinador del grupo parlamentario –respondió.
El ex presidente de la Cámara consideró que la decisión de ayer “es una más de las acciones ilegales de Alito, quien quiere figurar no como dirigente, sino como dueño del PRI. ¿En qué partido se ha visto que se violen los estatutos o la unidad partidaria por disentir?
“Esperaré a que el Tribunal Electoral agote los recursos sobre la ilegal asamblea y la relección.
“Este hombre pretende distraer a la opinión pública de los graves problemas en los que tiene a un partido político histórico, por sus ambiciones releccionistas e instalarse como el propietario único y exclusivo del PRI.
–¿Cómo evalúa los términos del comunicado de ayer?
–No se justifica en ninguno de sus párrafos. Que estoy en “libertad” de poder incluirme en algún otro grupo parlamentario. ¡Ya nada más faltaba que me autorizaran!
“Estoy en libertad de disentir sobre un procedimiento que considero ilegal, postura que no debe ser sancionada en ningún partido que se llame democrático.
“Haré un pronunciamiento al priísmo, porque me parece una locura lo que sucede en el PRI, al que soy leal”.
Beltrones recordó que en 2004, como dirigente del Frente Juvenil Revolucionario, Alejandro Moreno modificó los estatutos para relegirse por un periodo de dos años, hasta que “se empujó su salida y dejó en el cargo a su segunda de a bordo, Elena Buscarón, que es como el Pablo Angulo de hoy (secretario técnico del Consejo Político Nacional), hasta que también se le sacó de ahí. Es su modus operandi, una política de enquistarse que perjudica al partido”.
–¿Cómo fue ese empujón?
–Se le puso en la lista como diputado federal en 2006. Además, hubo un motín de dirigentes de 17 estados que le dijeron “para afuera”.
–¿El PRI de una sola persona tiene futuro?
–No. Al PRI le dio futuro fue la unión de todos los grupos que representaban distintas opiniones e intereses, no la expulsión.
“Exigimos que el tribunal resuelva la ilegalidad de la asamblea en un año electoral a fin de modificar los estatutos a modo, para el control absoluto de una sola persona.
“Pero extrañamente, el tribunal se negó a resolver la queja y lo turnó al partido, donde la Comisión de Justicia Partidaria no quiere responder el recurso. El riesgo es que se queden enquistados, en perjuicio del PRI.”