Las fuerzas de seguridad guatemaltecas enviaron a más de 2 mil migrantes hondureños de regreso a su país en los últimos días, dijeron las autoridades el sábado, disolviendo la mayor parte de una caravana que buscaba llegar a Estados Unidos en busca del sueño americano.
En medio de la pandemia y con sus pocas pertenencias a cuestas, unos 3 mil inmigrantes irrumpieron el jueves en Guatemala, procedentes de Honduras, en la caravana más grande desde que los gobiernos de la región cerraron sus fronteras para prevenir la propagación del coronavirus.
En un documento, la policía de Guatemala aseguró que había regresado a Honduras a 2 mil 65 migrantes desde el jueves. La mayoría de ellos fueron interceptados cerca a la frontera con Honduras, en los departamentos Izabal y Chiquimula.
Huyendo de la pobreza -agravada con el coronavirus-, miles de hondureños, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes con niños y mochilas al hombro, iniciaron el miércoles, desde la norteña San Pedro Sula, una nueva caravana rumbo al norte. Junto a ellos, también había caribeños y hasta africanos.
A pesar de que la mayoría logró ingresar a territorio guatemalteco el jueves, las autoridades desplegaron un operativo para detenerlos.
No quedó inmediatamente claro si es que otros seguían su viaje hacia el norte.
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