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Ahora que la mayoría de los Estados en los Estados Unidos cambiaron a horario de verano (existen excepciones como la del Estado de Arizona que siempre está en hora estándard), la mayor parte de la República Mexicana que normalmente estaba en hora del Centro, después de que se legisló que permaneciera su hora fija a tiempo Estandard del Centro, se convirtió a hora de la Montaña (GMT -7 horas). Es decir, ahora la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Ciudad Juárez y Mérida, quedan a la misma hora que El Paso, Texas, Albuquerque, Nuevo México y Denver, Colorado; quedando una hora detrás de Chicago, Minneapolis, Milwaukee, Dallas, San Antonio, Austin y Houston; y dos horas atrás de Nueva York, Detroit, Boston, Washington, Atlanta, Orlando, Miami y Nueva Orleans.

¿Cuál será el efecto que estos cambios tendrán en nuestra competitividad?

Estimo que múltiples, el más importante será que México estará retrasado de una a dos horas en todas las actividades de nuestro principal socio comercial. Los usos horarios del Centro y Este de los Estados Unidos en donde la mayor parte de las actividades comerciales se realizan con México tendrán ese desface. Por ejemplo, en la parte de manufacturas, el llamado Mid West de los Estados Unidos, en su mayor parte, se encuentra localizado en el uso horarios del Centro, cuando ahora México, se encuentra localizado en la hora de la Montaña de Estados Unidos.

En la parte financiera y comercial, el Este de Estados Unidos se encuentra ahora a dos horas delante de la hora del Centro mexicana (hora de la Montaña de Estados Unidos), por lo que México estará dormido aun con dos horas de sueño faltante para cuando los mercados financieros de Nueva York abren.

Esto, al replicarlo en millones de interacciones de establecimiento de cadenas productivas, operaciones logísticas, pagos, cotizaciones, transferencias y demás operaciones comerciales y de comercio exterior, se traduce en falta de competitividad, a la que, aunando los problemas que nuestro gobierno ha generado con el sector energético y las restricciones a las importaciones del maíz transgénico, le echamos otra rayita al tigre de nuestras ineficiencias. Todo ello por el prurito necio de nuestro presidente que no le gusta el horario de verano.

Para complicar más las cosas, existen iniciativas en los Estados Unidos para eliminar la hora estándar. Es decir, si esto se llegare a aprobar, quedaría México permanentemente (no solo en la primavera y verano) desfasado con las áreas de Estados Unidos con las que tenemos un mayor número de operaciones.

Para que suceda esto en Estados Unidos (eliminar la hora estándar y dejar permanentemente el horario de verano. Es decir, exactamente al revés de México que eliminó el horario de verano), es necesario que lo aprueben las legislaturas de los Estados y el Congreso Federal. Me dicen, por ejemplo, que, por lo pronto, el Estado de Florida ya aprobó esto localmente.

Así que, hasta ahora, estaremos como mínimo desfasados con Estados Unidos en los horarios durante las primaveras y veranos, esperando que no vayan los Estados Unidos a quedar con horarios fijos todo el año, porque entonces el desface será permanente, con las consecuencias explicadas.