Con la declinación de Santiago Creel Miranda como aspirante a la candidatura presidencial, el Frente Amplio por México (FAM), perfila a una mujer a la contienda presidencial del 2024, Xóchitl Gálvez, senadora del PAN pero no militante del partido y Beatriz Paredes, activo importante del PRI.
La dificultad que ahora tendrán los partidos políticos, integrantes del FAM, será diseñar no solo el proyecto a presentar para recuperar la presidencia el próximo año, sino un proyecto que incluya a la sociedad civil para evitar que esta desencantada por la decisión en la candidatura presidencial deje de ejercer su voto y con ello permitir que ese abstencionismo sea el factor clave para que morena y sus aliados permanezcan al frente del poder Ejecutivo.
Es cierto que nadie debe llamarse sorprendido, porque la candidata se particularmente alguien que ya esta en la clase política, Primero porque fueron pocos los integrantes de la sociedad civil quienes se inscribieron en la convocatoria realizada, y por otra parte porque estos pocos no quisieron avanzar más allá en la búsqueda de la aceptación de la gente, a través de sus firmas, para alcanzar la candidatura presidencial.
Entonces ahora, le toca a los partidos políticos devolver el favor a la sociedad civil creando un proyecto de nación que este pensado en un verdadero desarrollo, político, donde se termine con la partidocracia, y se de oportunidad a la sociedad civil de participar activamente en las decisiones de importancia para México, más allá de las votaciones a mano alzada que el inquilino de Palacio Nacional le gusta realizar, para fingir que escucha al “pueblo sabio”.
De tal manera que se deberá evitar que los llamados partidos “satélites” o “rémoras” sigan sobreviviendo a través de una alianza o coalición, con lo que consiguen mantener el registro, que significa simplemente mantener el negocio.
El proyecto también deberá especificar los objetivos claros a conseguir en el corto y mediano plazo, para regresar al camino del crecimiento económico sostenido y sustentable.
Establecer, como era costumbre, políticas públicas en cada una de las áreas administradas por el gobierno federal, para evitar la aplicación de ocurrencias como “estrategias de desarrollo”.
Que este desarrollo genere riqueza, para mantener los programas sociales suficientes para proteger a grupos vulnerables de la sociedad, creando oportunidades de desarrollo, capacitación e incursión laboral.
Deberá permitir que la ciudadanía tenga posiciones en el Congreso de la Unión y en los locales sin someterlos a una presión política, para que puedan crear y modificar leyes a favor de todos.
Pero sobre todo, eliminar nuevamente la reelección, y el salto de un puesto de elección popular de manera constante, esto para evitar que la clase política siga enquistándose en ellos.
Todo esto para alcanzar el favor del electorado y con ello arrebatar el poder Ejecutivo federal y recuperar algunas gobernaturas que mengüen el poder de morena y sus aliados.
Que se comprometan a establecer presupuestos federales a favor de sectores productivos, principalmente el campo, para en verdad alcanzar la autosuficiencia alimentaría.
Que el presupuesto se destine a la creación de la infraestructura necesaria para el desarrollo de zonas económicas, respetando espacios agrícolas, pero que estos complejos de desarrollo industrial y tecnológico lleguen a todos los mexicanos.
Y lo más importante recomponer los sistemas de salud y educativo para mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Si en verdad el FAM se compromete con la sociedad y establece estos puntos base, no cabra duda en pensar que López Obrador si se ira a su hacienda, pero también se podrán iniciar las investigaciones correspondientes para fincar responsabilidades por el mal uso de los recursos públicos.