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Hemos señalado en varias ocasiones que el manejo de las cifras económicas siempre se realiza con el objetivo de presentar un panorama que favorece más a los objetivos de la administración presente que a la realidad de todos los mexicanos, y esto no ha cambiado.

En la semana pasada recibimos una gran cantidad de resultados económicos correspondientes al segundo trimestre de este año, que, comparados con las cifras del año anterior, todas mostrarán un crecimiento. Esto si tomamos en cuenta que en el 2020 tuvimos una caída económica de más del 8 por ciento.

Esta caída se propició no solo por la pandemia del covid-19, sino por las decisiones mal tomadas por las autoridades para enfrentarla, por no aplicar un confinamiento a las primeras personas que presentaron los síntomas de contagio del letal virus

Se dijo que aislar a estas personas saldría muy caro y se esperaba que esta pandemia no afectara tan grave como lo había hecho en Asia.

En el momento más preocupante de la crisis de salud, que se convertía en crisis económica, se decidió en utilizar los programas sociales como la principal herramienta para mantener la actividad económica, sin atender un fortalecimiento de nuestros sectores productivos internos lo que se tradujo en la caída de nuestra economía en el 2020.

En este 2021, la economía mexicana ha mostrado un rebote, principalmente empujado por la economía de Estados Unidos, que, por las decisiones de la administración actual, que sigue manteniendo su política de austeridad y ahorro.

Este rebote arroja, para el segundo trimestre del año, un incremento de la economía en términos del 19.6 por ciento de acuerdo a los datos otorgados por el INEGI.

Esta cifra deberá tomarse con cautela y evitar creer que ya salimos de la crisis, porque en realidad nos muestra que esto aun no pasa.

Explicaremos esto, si este incremento de la economía se compara con el obtenido en el 2020, por supuesto que será mayor, porque es precisamente en este periodo donde la crisis económica se mostró de manera más profunda, en este tiempo se daba el cierre de miles de micro, pequeñas y medianas empresas que arrojaban a más de 12 millones de mexicanos al desempleo.

Esto tuvo como consecuencia que la compra de productos fuera menor y el comercio y servicio también participara en este cierre de empresas.

Se trató de utilizar, más por popularidad que por buen funcionamiento, los programas sociales para otorgar recursos a la gente más pobre en el país, sin embargo, esto no fue efectivo y las empresas del país cerraron completamente sus puertas.

Con el cambio de presidencia en Estados Unidos y con la decisión de Joe Biden de empujar al crecimiento de su economía se aplica en el vecino país una estrategia encaminada no solo a otorgar recursos a la población, sino a fortalecer a sus sectores productivos.

Los recursos destinados a las personas, fueron ocupados por muchos mexicanos que viven allá, para enviar recursos a sus familias, lo que impacto en el récord de remesas recibidas en el país,

Estos recursos fueron utilizados por los familiares principalmente para realizar turismo en el interior del país y comprar diversos productos

El resultado que arroja esto es que el sector terciario del país, sea en estos momentos el que mejores resultados ha obtenido, en comparación al industrial o el primario

A esto se debe sumar que ante la demanda de insumos, por la supuesta recuperación, los precios se han incrementado, arrojando una presión inflacionaria en el país de 5.88 por ciento casi similar al 6 por ciento de crecimiento que se espera obtener este año

Si seguimos de esta manera, el resultado final será un crecimiento económico del país, comparado al 2020, pero también un incremento de la inflación que lamentablemente esto último representa un golpe más duro a los que menos tienen