La Auditoria Superior de la Federación ya tiene lista una serie de cambios en su reglamento que sufrirá en este mismo año, uno de estos es la atribución que se le piensa dar a Solicitudes de Aclaración (SA) desde la Auditoría Especial de Seguimiento, Informes e Investigación (AESII) hacia la Auditoría Especial del Gasto Federalizado (AEGF).
Actualmente quien lleva la batuta en la Auditoria Superior del Gasto Federalizado; es Emilio Barriga, mismo que ha promovido el uso de herramientas digitales que han sido cuestionadas por la transparencia con que se manejan.
Este cambio además de arbitrario y no tener un justificación institucional ni metodológica pareciera un relevo adelantado, aunque la salida del actual auditor David Colmenares, es en 2026 y la sucesión es aprobada por la cámara de diputados, con estas reformas le quitan peso a un par de áreas que también son transversales en el actual organigrama de la ASF. Con este espaldarazo pareciera que la entrega de estafeta será mero trámite pasando de Colmenares a Barriga con seis meses de anticipación.
Solicitudes de Aclaración es una de las áreas a las que le quitan adjudicaciones, esto rompe claramente con uno de los principios básicos de la institución, ya que no habría especializados en el tema llevando a cabo sus labores, no habría certeza jurídica en la toma de decisiones y la sobre carga en el área de Barriga además de fortalecerla la distraería de sus metas actuales, aunado a esto, la discrecionalidad se acorta, no hay claridad en las nuevas tareas, no hay criterios objetivos, uniformes ni mucho menos públicos.
La centralización interna deja con muchas dudas sobre el comportamiento de la ASF y la transparencia con que se está manejando, los cambios deberían ser en mejora de las instituciones y quienes de ella dependen, en este caso municipios, estados, las secretarías, los poderes legislativo y judicial; etc.