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Estira y afloja

Con recursos fiscales, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) comprará a Fernando Eugenio Barbachano Herrero los terrenos agropecuarios con influencia urbana que incluye la zona arqueológica de Uxmal, que cuenta con la arquitectura más majestuosa de Yucatán, antes de concluir el año. En 2010 el gobierno de Yucatán hizo lo mismo con los terrenos de Chichén Itzá, también propiedad de la familia Barbachano.

El avalúo que tiene vigencia de un año fue hecho por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales y abarca un terreno de aproximadamente dos kilómetros. Concluyó que se deben pagar 58 millones 132 mil pesos por la propiedad que incluye 15 grupos de edificios y estructuras arqueológicas como la Pirámide del Adivino, con su Plaza de los Pájaros; el cuadrángulo de Las Monjas, la Casa de las Tortugas, el Juego de Pelota, el Palacio del Gobernador, la Gran Pirámide, El Palomar, la Casa de la Vieja, El Cementerio y el Templo de los Falos.

Entre los argumentos de compra que expuso el INAH están que el sitio arqueológico es uno de los puntos de la ruta turística para el Tren Maya y que se podrán recaudar fondos para continuar las investigaciones y recuperación de piezas. También es para frenar las construcciones habitacionales y comerciales que “violentan” la zona y que se han incrementado en los últimos años, la degradación climática de los vestigios, la venta de terrenos de manera ilegal con asentamientos irregulares y construcciones clandestinas, explotación de mantos acuíferos y hoteles y restaurantes que dañan el entorno.

Además, se busca terminar con la exploración, excavación y saqueo de los vestigios por parte de propietarios y de habitantes de los alrededores que favorece la venta ilegal de las piezas arqueológicas y el tráfico al extranjero. “La destrucción de los vestigios arqueológicos está latente en este mismo momento por no contar con la propiedad de los terrenos que interesan a este instituto y que los mismos puedan ser protegidos de forma inmediata, ya que esto es una limitante en el actuar del INAH y en sus objetivos de preservar el patrimonio cultural arqueológico”.

De acuerdo con las estimaciones del proyecto de compra, en los primeros 20 años se recibirá una afluencia de visitantes de 4 millones 99 mil personas, tanto nacionales como extranjeras, con el incentivo de que estará en funcionamiento el Tren Maya.

Por parte del gobierno actualmente están en investigación, resguardo y protección poco más de 53 mil vestigios arqueológicos registrados, 120 mil monumentos históricos inmuebles, 60 centros históricos y 20 mil monumentos históricos y artísticos de propiedad federal; se administran 144 museos y 192 zonas arqueológicas abiertas al público, visitados al año por alrededor de 30 millones de personas.