En lo que podría considerarse la herencia política de su mandato, en su libro ¡Gracias!, el presidente Andrés Manuel López Obrador admite por primera vez los alcances del involucramiento castrense en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Aunque hay responsabilidad en las altas autoridades civiles y militares del gobierno federal por permitir el contubernio entre autoridades locales y la delincuencia organizada, también pudo existir omisión o confabulación de algunos militares y hubo sin duda fabricación de delitos y ocultación de los hechos posteriores.”
En su obra (que saldrá a la venta la próxima semana bajo el sello Planeta), el mandatario aborda ampliamente su último y principal pendiente de sus promesas de campaña: el esclarecimiento del caso Ayotzinapa.
“En este drama hay mucha crueldad y no debemos dejar de lado el pensamiento y el modo en que siempre han usado la violencia los caciques y mandones de Guerrero para deshacerse de sus adversarios políticos o quienes consideran sus enemigos”, sostiene.
En consonancia con su discurso de los meses recientes, reitera que los reclamos para solicitar que el Ejército entregara más información “que supuestamente ocultaba” fue una posición para golpear a su administración y a la institución castrense.
“En los últimos tiempos, este lamentable caso se ha utilizado por nuestros adversarios del país y del extranjero en contra nuestra. La consigna ha sido obstaculizar la investigación para no llegar al fondo, seguir sosteniendo que fue el Estado, el Ejército, y que nosotros, como somos iguales a los políticos corruptos de antes, también estamos fabricando otra verdad histórica.”
Su relación con Claudia
En el último capítulo, denominado “Mi diario de los últimos meses del 2023 y el adiós”, hace un repaso de su llegada a la Presidencia de la República y sus vínculos con la mujer a la que hace unos meses entregó el bastón de mando al frente del movimiento de transformación: Claudia Sheinbaum, a quien ve triunfante en los comicios del 2 de junio.
Narra que desde 2018 deseaba designarla como jefa de la campaña presidencial y, por consiguiente, “como íbamos a ganar, sería la primera mujer secretaria de Gobernación.
“Pero desde que se lo dije, en vez de alegrarse se puso triste y me contestó que ella quería contender por la candidatura para jefa de Gobierno; le respondí que lo sopesara, porque Ricardo Monreal estaba bien posicionado y podía ganarle la encuesta. Al final, como es un poco terca o, para decirlo con elegancia, perseverante, como ya saben quién, decidió participar en la contienda interna y la ganó.”
El libro, de 550 páginas, se publicará a menos de ocho meses de concluir su sexenio.
La oposición
El mandatario también destina una amplia referencia al comportamiento del conservadurismo y su empeño por detener la transformación del país, encabezado por el empresario Claudio X. González.
En este punto, López Obrador ocupa un largo párrafo para definir a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, quien gobernó la delegación Miguel Hidalgo, “donde viven los más ricos del país”, enfatiza.
“Como nació en un pueblo de Hidalgo, pensaron que su origen sería útil para ofrecer una supuesta imagen popular, cuando en realidad es ladina e igual de clasista y racista que los conservadores de mayor rango o nivel en la escala económica social y política del país”.
Asevera que la gente “no se deja engañar ni se tragará ese anzuelo del origen de la candidata, porque aunque los medios de comunicación y la oligarquía se empeñen en inflarla, el globo no ha levantado ni levantará. Porque en estos tiempos de transformación, el pueblo no permite que alcen el vuelo los falsarios, los oportunistas y los corruptos”.
Defensa de Cuba y Venezuela ante EU
Como capítulo relevante de su apretada síntesis de los más recientes meses, el tabasqueño alude a su relación con Estados Unidos y enfatiza una vez más su defensa de la soberanía de Cuba y Venezuela. “Ningún país democrático”, resume, “debe someter a otro pueblo por la fuerza o condenarlo a vivir en la miseria, ni obligarlo a emigrar de su tierra”.
En este apartado, incluye algunos escritos que ha enviado a su homólogo estadunidense, Joe Biden, para solicitarle “una especie de tregua” a fin de dejar sin efecto en su último tramo al frente de la Casa Blanca y al menos hasta que concluya la elección en ese país, en noviembre próximo, todas las medidas de bloqueo a Cuba y las sanciones impuestas a Venezuela.
El Presidente alude a la simbólica celebración del quinto año de su gobierno, en el que considera que se confirmó que “es posible el progreso con justicia”.
Más adelante, en la última reflexión de ¡Gracias!, reivindica el papel de millones de hombres y mujeres conocidos y anónimos que le dieron su confianza en “mi larga travesía para ayudar con mi imaginación, ideales y trabajo en la transformación de México”.
En esa despedida, también dedica una alusión a sus oponentes: “Ofrezco a mis adversarios sinceras disculpas, nunca pensé en hacerle daño a ninguna persona y me retiro sin odiar a nadie. Espero que comprendan que, si me expresé con dureza y radicalismo, lo hice con el fin de alcanzar la bella utopía: el sublime ideal del amor al prójimo”.