Estira y afloja
Para que no queden dudas o se generen especulaciones, el viernes pasado la USTrade dio a conocer su Agenda de Política Comercial 2024 y ahí recordó que el 20 de julio de 2022, Estados Unidos solicitó formalmente consultas con México en el marco del T-MEC sobre las medidas que favorecen la generación eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad y afectan los intereses de empresas estadunidenses.
EU impugnó varias decisiones gubernamentales porque “parecen ser incompatibles” con los acuerdos establecidos en el T-MEC, y puntualizó: “a diciembre de 2023, las partes continuaron consultando sobre este asunto”, y continúan “las consultas con México para abordar nuestras preocupaciones sobre las medidas que socavan a las empresas estadunidenses y la energía producida en EU a favor de la empresa eléctrica estatal de México, la CFE y la empresa estatal de petróleo y gas, Pemex”.
Entre otras cosas, se impugnó la enmienda de 2021 a la Ley de la Industria de Energía Eléctrica de México, la inacción, demora, denegaciones y revocaciones de la capacidad de las empresas privadas para operar en el sector energético, y una acción de junio de 2022 que beneficia a Pemex, CFE y sus productos en el uso de la red de transporte de gas natural.
A propuesta del USTrade se realizan audiencias en EU sobre esta industria y toda su cadena de valor para lograr regulaciones finales en este sector previas a la renegociación prevista del T-MEC en 2026. Se incluyen proveedores de materias primas y equipos, fabricantes de unidades, exportadores, importadores, innovadores, reglas de origen, motores y partes automotrices y todo el sector manufacturero que abastece algún insumo o parte del vehículo.
Ahí ya se propuso crear un Grupo Asesor de Vehículos Motorizados y Partes del T-MEC para ayudar a la USTrade a desarrollar la política de reglas de origen automotriz y debatir cuestiones clave como la creciente preocupación en EU de la elusión a reglas comerciales por parte de China. Esto último es un tema importante para México ante el arribo de empresas chinas a territorio nacional.
En el T-MEC se elevaron los requisitos de contenido de valor regional a 75 por ciento para automóviles y por lo menos 70 por ciento de acero y aluminio, y se creó el Comité Interinstitucional sobre Comercio de Bienes Automotrices en febrero de 2020 para monitorear la implementación de las reglas de origen.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) participa en las audiencias y advirtió que en EU se permite a los fabricantes “contabilizar como originarios grandes cantidades de materiales no originarios (incluidas partes chinas) con procesos de producción extremadamente simples”, lo que representa un “desafío” porque “pueden obstaculizar la competitividad compartida de la región”.
jesus.rangel@milenio.com