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En recientes entregas he comentado sobre algunos factores que deben ser prioridad para el gobierno federal, bajar los altos índices de inflación y el incremento en precios de los productos, además de ofrecer certidumbre jurídica a inversionistas, para luego pensar en otras acciones que permitan a México crear riqueza y crecer económicamente.

Sin embargo, todo indica que el proyecto de la 4T mantiene el rumbo de destruir todo para, a partir de las ruinas, erigir un proyecto que aún no se encuentra bien establecido en objetivos a alcanzar.
Así lo han demostrado las acciones hasta ahora tomadas por este gobierno federal que ha dejado más resultados negativos que positivos.


La falta de decisiones oportunas para contrarrestar las consecuencias de la pandemia del Covid-19, ha dejado un incremento en la cantidad de mexicanos pobres, la última cifra señalaba que más del 55 por ciento de la población total se encontraba en niveles de pobreza, inflación por encima del 5 por ciento, poca receptividad de inversión privada, que significa falta de generación de empleo y desempleo, un incremento de la economía informal, y de la inseguridad.


Sin embargo, no existe ni el más mínimo guiño para cambiar el rumbo actual, sino todo lo contrario se mantiene esa actitud de destruir lo antes creado para construir un futuro basado en un pasado que ya fue probado y que dejo pocos resultados positivos.


El intentar crear en un mundo globalizado empresas monopolios del Estado solo con lleva que el gasto se incremente y que se vuelva a ofrecer un ambiente propicio para desatar la corrupción y la opacidad en el manejo de recursos públicos.


Otorgar el poder a una sola persona solo tiene dos explicaciones, el manipular de manera engañosa los recursos públicos para utilizarlos más en sentido electoral que de beneficio para la población o el crear un régimen totalitario disfrazado de democracia, donde las decisiones solo benefician a una persona y aun un pequeño grupo de gente que aplauden y obedecen sus decisiones


Mientras que las decisiones sean tomadas a partir de un sentido político, entre un pequeño grupo de personas que solo buscan el beneficio de ellos y no el de la población en general, no podremos ver la verdadera riqueza y fortaleza económica del país.


Necesitamos que la oposición tome verdaderamente la representación de la gente y evite que retrocedamos en nuestro desarrollo, por el momento energético, al rato será de seguridad con la intención de militarizar todo y por supuesto destruir al organismo electoral para que el gobierno vuelva a asumir esas funciones y sea juez y parte en nuestra democracia que aún le falta mucho por crecer.