O lo que es lo mismo: con la educación de los niños ¡no!
Mire usted.
Al margen del uso de adjetivos como comunistas, socialistas y otros etcéteras endilgados a los responsables del cambio a los contenidos de los libros de texto gratuito destinados para el ciclo escolar 2023-2024, se avista un severo daño, en el corto plazo, a la educación básica nacional.
Y es que, de lo hasta el momento conocido de dichos libros, por cierto reducidos por materias que desaparecen, hay un exceso de protagonismo doctrinario de la entelequia llamada Cuarta Transformación.
No se trata de filias y fobias contra un gobierno que en 2018 despertó la expectativa del cambio real.
Pero…
La máxima cita que la historia la escriben los vencedores y el licenciado López Obrador no podía sustraerse a este objetivo de pasar a la historia como el más chingón de la pradera, cuando corre el último tirón de su gobierno.
En ese tenor, con la bendición presidencial y de la señora Beatriz Gutiérrez Müller, el doctor Marx Arriaga Navarro con el poder como Director General de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública y su libre albedrío, metió mano, codo y hombro a los libros de texto gratuitos. Por supuesto, con singular alegría y sesgo morenista.
En esta tarea puso por delante sus convicciones ideológicas en los contenidos destinados a un variado mosaico de estudiantes de primaria y secundaria de todo el país.
Junto a Marx participó Sady Arturo Loaiza Escalona, venezolano de filiación chavista que se desempeña como subdirector de Materiales Educativos de la SEP.
Aunque de diferente generación, es evidente que Marx abrevó, igual que Andrés Manuel I, en esos veneros del echeverrismo, el populismo al que le surgió una oposición armada investida como guerrilla urbana y de montaña, con conceptos eminentemente marxistas, proletarios y capitalistas, lumpen proletariado y oligarcas, con fundamentos comunistas y socialistas.
Permítame explicar. La enciclopedia cita que “socialismo es un sistema político, social y económico, que se concentra en el bienestar común y en el concepto de organización colectiva”.
“Comunismo es una doctrina política, social y económica que toma la lucha de clases como un problema para la igualdad social, el cual se eliminaría con la destrucción de las clases sociales”.
Así que…
Protagonismo y la decisión unilateral de revisar y cambiar sustancialmente el contenido de los libros de texto que, hasta el ciclo escolar que recién concluyó, tenían un abanico educativo consensuado entre académicos, especialistas, docentes y una representación de padres de familia.
Ese procedimiento –en el que hasta el año pasado intervinieron, por ejemplo, investigadores del Cinvestav–se aplica desde la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito por decreto de fecha 12 de febrero de 1959, en la administración del entonces presidente Adolfo López Mateos.
¿Por qué no se consultó a los expertos?
Vaya, en algún momento hasta hubo convocatoria para que expertos participaran en concurso público convocado para la elaboración de los textos en sus diferentes especialidades.
Mire usted.
No debiera sorprender la decisión de evitar la participación colegiada en la elaboración de los contenidos. La orden se había dado para impulsar y concretar ese cambio, es decir, escribir la historia del México contemporáneo por el vencedor.
Marx Arriaga lo advirtió, en abril de este año, con el anuncio de quitarles contenido “neoliberal”.
Y cree que lo logrará con la desaparición de materias como matemáticas, entre otras lindezas, la introducción de una innovadora clase de astronomía con el sistema solar elaborado con chilímetro, o poner a salvo a la doctora Claudia Sheinbaum de su responsabilidad en la tragedia del colegio Rebsamen por el sismo de 2017, amén de destacar que en 2006 le robaron la Presidencia a Su Alteza Serenísima.
Dirá la culta Ana Elizabeth García Vilchis que la abierta crítica y rechazo contra los libros de texto gratuito para el año lectivo 2023-2024 es nado sincronizado de la oposición, organizaciones, periodistas, articulistas y ciudadanos no afines al ocurrente licenciado López Obrador.
¿Y cuál fue la reacción de los responsables de este cambio en los libros de texto gratuitos?
Bueno.
Ayer, el doctor Marx Arriaga Navarro se enredó en el lábaro patrio y se lanzó al vacío desde la banqueta de la calle de Brasil, donde está la sede de la Secretaría de Educación Pública. Y tuvo como testigo a Doña Josefa Ortiz de Domínguez, cuya estatua está en el centro de la Plaza de Santo Domingo.
El patriota admirador de Genaro Vázquez Rojas, escribió con sentido nacionalista en su X:
“El tema del libro de texto ocupó ayer 11 primeras planas, amenazaron con 9 años de prisión. Por la NEM, por los libros, por la reivindicación del maestro, no doy 9 años; doy la vida. Vengan por ella, pero eso sí, no me van a encontrar arrodillado… ¡Me encontrarán trabajando!
¡Sopas!
Calles adelante, hacia el sur y en Palacio Nacional, el ocurrente licenciado López Obrador abrió la homilía cotidiana de ayer con lo que le gusta, le encanta, le sublima.
“En el periódico no hay réplica. ¿Qué se le puede replicar al Reforma? Nada, ellos editorializan, pontifican, mienten, calumnian, ¿y quién les dice algo? Nadie”, acusó.
¡Recórcholis, Solín!
¿Se auto describió?
Usted dirá, pero en materia de los libros de texto adelantó que le importa un bledo cualquier ordenamiento jurisdiccional. Recuerde que, al licenciado presidente, no le vengan con que la ley es la ley.
La colega Sara Pablo le preguntó qué amparos hay, “cuál es el estatus jurídico que tienen, si hay alguna orden judicial para que no se distribuyan los libros, si hay algún riesgo de que una vez que inicie el ciclo… Usted decía hace unos días que no se van a embodegar, pero si hay algún riesgo que por alguna orden judicial los libros, estos libros nuevos, no lleguen a las aulas”.
–No hay ningún impedimento –atajó el licenciado López Obrador–, los libros van a llegar para el reinicio a clases el día 28 de este mes, de agosto, que está iniciando, es el regreso a clases. Van a estar ya los libros, no hay ningún juicio de amparo que impida el que se distribuyan los libros, no hay nada que impida eso. Se está planteando que no se distribuyan a las escuelas o a los niños hasta que no se presenten los planes de estudios; pues todavía falta tiempo para la presentación de los planes de estudio.
Pero.
Hay recursos de amparo en curso contra la distribución de los libros de texto gratuitos, amén de que algunos estados advirtieron que no los aceptarán.
Vaya, incluso la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se pronunció contra dichos libros y su uso en el próximo periodo escolar.
Dirigentes de la oposición partidista, integrados en la coalición Va por México, rechazan esos textos. El presidente del PAN, Marko Cortés, demandó:
“Con los niños no se meta, presidente, ya le ha hecho mucho daño a nuestro país y a la actual generación. No le vamos a permitir que también haga daño a las próximas generaciones”.
Y conste que el país está en calma. ¡Recáspita, Drakko! Digo.
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