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Había una vez un hermoso país, con una variedad increíble de geografía, diversidad de climas, con altas montañas y planicies hermosas, con selvas suntuosas y desiertos inmensos, con grandes ríos y sierras maravillosas. Pero, sobre todo, su gente extraordinaria, resultado de un único mestizaje, alegre y generosa, trabajadora, amante de las artes y con una gran tendencia a la superación, concentrada en la familia y con vocación hacia el desarrollo personal, con una base moral fincada en el cristianismo.
Después de que ese pueblo experimentó lo que significa vivir en una democracia electoral, y de haber establecido instituciones para el balance del poder, tuvo la decepción de que no pudo contener la corrupción que hubo, a pesar de esos controles impuestos, por lo que decidió apostar en elegir a un gobierno que hizo el firme compromiso de combatir la corrupción y establecer diques para que nunca más la hubiera en el país. Además, prometió un gran crecimiento económico y, sobre todo, que distribuiría la riqueza del país para combatir las desigualdades.
Así, el pueblo eligió con una amplia mayoría a ese gobierno que prometió lo anterior. Al entrar en el poder, ese gobierno repartió dinero a su población generando gran simpatía en sus políticas. También aumentó exponencialmente el salario mínimo.
Pero, todo lo anterior se logró no con el desarrollo de una política de gobierno promotora de la inversión y del desarrollo de negocios y la mejora de la competitividad del país, sino con la dilapidación feroz de los ahorros nacionales, y, sobre todo, con el desvío de los fondos públicos necesarios para las funciones de gobierno y la salud, educación, así como el funcionamiento de la infraestructura carretera, de puertos y aeropuertos.
También ese nuevo gobierno se dedicó a cancelar la obra más cara e importante en materia aeroportuaria que se encontraba en un grado importante en su proceso de construcción, por la que tuvo que pagar miles de millones de pesos a inversionistas de bonos que el gobierno había emitido para su construcción, construyendo en su lugar en una base aérea militar un nuevo aeropuerto localizado a una gran distancia de la ciudad más grande del país, por lo que el nuevo aeropuerto no tuvo aceptación, habiéndose también desperdiciado miles de millones de pesos.
Si lo anterior no hubiera sido suficiente, el nuevo gobierno emprendió obras faraónicas como la construcción de un ferrocarril en una zona en la que se tuvo que devastar amplias áreas de ecología delicada y en donde la operación de este no tendría viabilidad de su uso extensivo por lo que siempre se tendría que estar subsidiando su operación.
Además, emprendió el gobierno la construcción de una refinería en un área pantanosa no conectada con el resto del país, cuyo costo rebasó varias el monto programado.
Pero, lo más desastroso fue las grandes cantidades que el gobierno tuvo que erogar para mantener a flote una empresa petrolera del gobierno sumida en la corrupción e improductividad y para ello inició una tendencia de endeudamiento invirtiendo dinero que iba, literalmente, a caer en un barril sin fondo.
A pesar de todo lo anterior, la población continuó apostándole al gobierno teniendo fe en su presidente.
Sin embargo, las gotas que derramaron el vaso fueron, que muchos actores políticos del gobierno se asociaron con el crimen organizado para ganar las elecciones de presidentes municipales y gobernadores. Además, el gobierno adoptó una política de no perseguir a los capos del crimen organizado, quienes, al sentirse seguros, empezaron a explotar a la población que vivía en las áreas dominadas por los criminales, extorsionándola, y cobrándole cuotas por lo que producían, derechos de piso y, en general, exigiéndoles múltiples tributos, sojuzgándolos con homicidios, secuestros, desapariciones y amenazas.
A pesar de que el gobierno militarizó la seguridad pública del país, no hizo nada para combatir al crimen organizado.
En las elecciones de medio término, el gobierno perdió la mayoría calificada para reformar la Constitución y el presidente empezó a hacer decisiones inconstitucionales que el Poder Judicial hizo parar sus efectos, haciendo que el presidente amenazara en cambiar al Poder Judicial cuando vinieran las nuevas elecciones, en las que ganó el partido del gobierno y con la ayuda de las autoridades electorales compradas por el gobierno otorgó la mayoría calificada para cambiar la Constitución, y con ello destruyó al Poder Judicial y a su independencia, así como a los órganos autónomos, eliminando todos los contrapesos al Poder Ejecutivo.
La gente decía que no iba a pasar nada hasta que el gobierno no pudiera pagar las cantidades que le daba a la población, pero ¿oh sorpresa?, que los jóvenes se revelan en contra del gobierno por la inseguridad y empiezan protestas en todo el país, que contaminan el ambiente político y se generan protestas de agricultores y transportistas que protestan por la inseguridad.
Todo ello se conjuga con que la nación más poderosa del mundo quiere intervenir en el país, para proteger a sus empresas en contra de los abusos del gobierno que se empiezan a dar por falta de Estado de Derecho al no tener a un Poder Judicial independiente.
Así que el colapso se dio en ese país tan hermoso.
Lo anterior es una ficción, todo parecido con la realidad es una mera coincidencia.
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