La nota no son los nombres.
La trascendencia está en cuanto representan y sobre todo si no son parte del entorno inmediato de Andrés Manuel López Obrador, lo cual significaría seguir atado a él.
Personas independientes del actual Presidente pero cercanos a la futura mandataria a pesar de sus antecedentes, como sería el caso de Alfonso Ramírez Cuéllar.
Pero no entremos en sentimientos.
Pensemos en los afectos presidenciales, plasmados en su propio gabinete y en sus consecuentes elogios, y en ver a quiénes heredará en posiciones claves para la próxima administración.
Ahí está la clave.
Aquí hemos dado algunos adelantos.
Por ejemplo, en la pérdida de poder e influencia de la Segob desde los tiempos de Olga Sánchez Cordero, cuando el director jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, le peleó margen de maniobra y ganó.
En esas condiciones, quien llegue ahí no tendrá el control de la gobernabilidad interna ni conducirá plenamente las relaciones con los gobernadores de los estados, los poderes Legislativo y Judicial y el trato con los dirigentes de partidos políticos.
¿PRESIDENTE O PRESIDENTA?
El idóneo o idónea, dijimos dos semanas atrás, es alguien para negociar con las tribus morenistas.
Dimos un nombre en base a las reflexiones del círculo interno de Claudia Sheinbaum: quien fuera su secretaria de Gobierno al comenzar el sexenio, Rosa Icela Rodríguez.
Con un dato adicional: por instrucción del jefe máximo, ella era la encargada de dar protección a Andrés Manuel López Obrador en todos sus recorridos por la Ciudad de México, fuese de su casa a Palacio Nacional, viceversa o cuando iba y regresaba de viaje.
Siempre fue eficiente.
Esa ascendencia la mantiene con López Obrador y será clave para cualquier designación de quien será declarada presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Ojo: presidente porque la misógina Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no contempla femeninos para ninguno de los cargos públicos de relevancia.
A ver si el Tribunal Electoral va contra la Carta Magna y nos da la sorpresa con presidenta.
LOS GUIÑOS A CUAUHTÉMOC
1.- Otro nombramiento libre sería Lázaro Cárdenas Batel.
Aunque fue jefe de asesores de López Obrador en guiño de complacencia a su impulsor Cuauhtémoc Cárdenas, abandonó el cargo con la esperanza de ser candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
No le dieron oportunidad de competir, pero su estructura en Palacio Nacional sigue intacta y es factor para muchas negociaciones internas y externas, como arreglos médicos con Cuba.
Repetimos lo dicho aquí: está en condiciones de elegir y no pocos lo ven ligado a la Secretaría de Energía o a Pemex, pero no lo descarte en funciones diplomáticas.
En fin, pronto sabremos a quiénes propuso Claudia Sheinbaum, quiénes le fueron bloqueados en Palacio Nacional y cuánta libertad tuvo para formar su equipo y dar sello a su gobierno.
Y 2.- La gobernadora Evelyn Salgado es consentida en Palacio Nacional, a donde es llamada constantemente, y ayer informó de la puesta en servicio de 602 hoteles en Acapulco dañados por el huracán Otis.
También dijo: a la reconstrucción se han dedicado en ocho meses 33 mil millones de pesos y se han reaperturado 36 mil unidades económicas del puerto.
@urenajose1