Los fenómenos migratorios del ser humano no son nuevos y formarán siempre parte de nuestro género. La humanidad como parte integrante del mundo biológico tiene tendencias migratorias por diversas causas, una de las que siempre han impactado son las debidas al clima, sequías, inundaciones, lluvias, ciclones, tifones y tornados; frío, calor y humedad.
Otras son debidas a fenómenos telúricos que impactan a las costas con sunamis y temblores. Pero muchas, también se deben a fenómenos biológicos que causan la muerte de especies vegetales y ocasionan hambrunas, o las causadas por epidemias y enfermedades.
Pero las más espantosas y severas, son las causadas por culpa del ser humano, como las derivadas de las persecuciones políticas, religiosas, raciales o por guerras entre naciones o guerras civiles y, recientemente, por las actividades criminales y por motivos económicos.
Como todos sabemos, México y Estados Unidos han tenido una larga historia de migraciones de mexicanos hacia los Estados Unidos, muchas de ellas causadas por la Revolución Mexicana, otras, por motivos económicos y, las más recientes, derivadas de los daños causados por las actividades criminales.
Pero el fenómeno que ahora está impactando, principalmente a México, es la migración de centroamericanos, derivada de una combinación de factores políticos, económicos y criminales.
Otra cosa novedosa, es que la migración de centroamericanos se está dando a través de grandes grupos de personas más o menos organizadas a las que se les ha denominado caravanas.
Estos movimientos migratorios tienen la intención de pasar por territorio mexicano con la intención de internarse a los Estados Unidos, a través de una petición de asilo. Esta petición puede tener diversas motivaciones, pero todas tienen el pretexto de que si regresan las personas a sus países de origen sus vidas entran en un peligro inminente de muerte, detención, tortura o lesiones, ya sea por los gobiernos de sus naciones o por el crimen organizado.
Este fenómeno se ha visto complicado por el hecho de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump lo está utilizando como bandera política para generar en el pueblo estadounidense un sentimiento de temor, al decir que los inmigrantes son personas malas, que son criminales violadores, terroristas, narcotraficantes, que desean causar daño en Estados Unidos.
Como sabemos, Trump ha tenido un gran éxito político en su nación, generando miedo y odio a lo que no sean blancos, anglosajones o europeos, causando grandes niveles de xenofobia y temor a los inmigrantes de los países del medio oriente y latinoamericanos. Trump está utilizando esto como oportunidad de apoyo político al decir que los migrantes son hordas de personas malas que quieren invadir su país, amenazando con cerrar la frontera con México.
El problema ha escalado al grado que Trump ha ordenado estrangular los cruces fronterizos aduciendo la necesidad de cerrar cacetas de inspección fronteriza, para mandar a sus oficiales aduanales y migratorios a cuidar la frontera y a procesar las peticiones de asilo de los centroamericanos.
Lo anterior, está causando grandes retrasos en los cruces fronterizos que impactan la economía interdependiente de México con la Unión Americana. Ante está situación, Trump ahora está cambiando su discurso, diciendo que si México no impide el acceso de los centroamericanos, impondrá aranceles a las importaciones de automóviles hechos en México.
Por nuestra parte, AMLO prácticamente no está haciendo nada para contribuir al arreglo de este problema. Aparentemente, no quiere confrontarse con Trump, para no abrir un frente fuerte de oposición a su proyecto político, pero ante la presión reciente, supongo que tendrá que actuar.
Creo que, si México aplicara el Estado de Derecho, este fenómeno no existiría con las dimensiones actuales. Los centroamericanos pretenden usar a México como simple puente para ingresar a EU. Conforme a la ley, se les denomina transmigrantes. Pero para ingresar legalmente a México con ese carácter es necesario que tengan derecho de ingresar a Estados Unidos, de lo contrario, no se les debe otorgar visa con ese carácter. Ahora bien, si desean pedir asilo a México, es necesario desarrollar una política pública que permita a esas personas a insertarse a nuestra sociedad en determinadas áreas geográficas para que no se conviertan en una carga.
En la Frontera Norte hace falta mano de obra que podría utilizarse con estos inmigrantes, pero el problema es que no les interesa quedarse en México y solo una pequeña parte de ellos son admitidos a EU, afectándose severamente a nuestra Frontera Norte con un gran problema, no solo del estrangulamiento de los cruces, sino de una crisis humanitaria de tener que mantener gente que no quiere trabajar. Esto es un problema grave que el gobierno federal tiene que resolver actuando con responsabilidad aplicando la ley.