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elcristalazo.ciom

A querer o no, el expresidente Ernesto Zedillo, ausente por tantos años de la visibilidad nacional, refugiado en la Universidad de Yale y los cenáculos de excelencia del neoliberalismo globalizador, logró algo milagroso: curó a la Cuarta Transformación de una de sus graves paranoias.

Y sí, de la presidenta (con A) al más sencillo de los militantes de a pie, parecen haberse olvidado –al menos temporalmente–, de Felipe Calderón; su Guerra; García Luna, la corrupción de esos conservadores, la hipocresía de esos derechistas y todo el catálogo de horrores en el monocorde y recurrente discurso del Humanismo Mexicano.

Ahora el villano favorito ya no es Carlos Salinas, ahora es Ernesto Zedillo. Y con él, en duelo de espadas de fuego, se hacen los rounds de sombra de la descalificación.

La Presidenta Claudia Sheinbaum solicitó ayer al Banco de México informar sobre la pensión vitalicia que cobra el exmandatario Ernesto Zedillo.

“–A ver, el Banco de México que nos informe de la pensión vitalicia de quien trabaja (¿?). No sé ahora, ¿verdad?, pero trabajaba en una empresa que benefició él mismo…”

Obviamente el calor de la pelea genera planteamientos tan enrevesados de nuestra bienamada presidenta (con A) como los anteriores. La pensión de los expresidentes fue anulada desde el gobierno anterior y Zedillo había renunciado a ella voluntariamente mucho antes. Imposible entonces para el Banco de México rendir informe sobre algo inexistente, y en cuanto a si la “Union Pacific”, donde Zedillo tuvo un asiento como vocal en el Consejo –sin voto, creo— hace más de 20 años, no podría Banxico informar porque no le compete en absoluto.

Pero en cuanto al pecado mayor, el Fobaproa, cuyo rescate mantuvo vivo el sistema bancario (así sea de bancos foráneos como BBVA o Santander o HSBC), la presentación hebdomadaria de esa historia en la conferencia mañanera no tendrá novedad alguna.

En el mejor de los casos será un prolongado refrito del “best-seller” del expresidente Andrés Manuel quien en 2014 publicó, “Fobaproa, expediente abierto. Reseña y archivo”, tan abierto como para olvidarlo durante su gobierno.

Hoy se vuelve al tema, como predijeron los editores de Grijalbo quienes así promovían tan magna obra:

“Se trata de un archivo de 2 mil 610 páginas que servirá de base para investigaciones posteriores, sobre todo para cuando se decida regresar sobre este asunto y hacer justicia”.

Pero mientras se hace justicia o no, vale la plena analizar esta frase de nuestra presidenta (con A). En respuesta al desafío de EZ para auditar las obras del faraón, CSP dijo: no se puede hablar tan impunemente, lo cual, sugiere actos punitivos para el lenguaraz de Yale.

–¿Lo van a punir? ¿Cómo?

–“Vamos a informar sobre el Fobaproa. ¿Qué fue el Fobaproa?, ¿Qué es ahora el IPAB?, ¿Cuánto estamos pagando cada mexicano y mexicana?, ¿a quién se le dieron recursos que no tenían nada que ver con alguna afectación por algún incremento de su deuda, sino que realmente fue por influencias (sic)? Porque no se puede hablar tan impunemente».

“Propongo –dijo EZ– que un auditor independiente, internacional y sin ningún posible conflicto de interés, debería utilizarse para revisar el conjunto de proyectos emprendidos por el Gobierno de López Obrador”.

Sí, cómo no. ¿Y tu nieve, Neto?

Mientras tanto, Zedillo ha puesto, seguramente sin ninguna consecuencia más allá de la alharaca política y la exhibición de flancos débiles en el discurso oficial, una pica en Flandes, lo cual resulta fácil por la vulnerabilidad del discurso oficial y su obsesión extemporánea de purificarse con agua pasada bajo el puente.

[DISCULPA]

Por fin Francisco Garduño aceptó irse del Instituto Nacional de Migración. Para evitarse acción penal por su desastre en Ciudad Juárez y los muertos venezolanos y demás, un juez a modo le fuerza a ofrecer una disculpa.

–¿Y con eso reviven los difuntos?

Qué poca para dentro de nueve días.