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Algunos momentos de la mitología wagneriana se podrían aplicar a esta notable decadencia de quienes en otro tiempo se sintieron poderosos gracias a la atención de esa masa informe llamada pueblo y la capacidad persuasiva de las televisoras concesionadas por el Estado, pero casi siempre aliadas con el gobierno asociado con ellas de una u otra forma.

Enormes negocios, mayor impunidad.

Los concesionarios de la TV predigital, fueron en su momento poderosos barones, marqueses, condes, duques y hasta influyentes murmuradores tras el trono, capaces de estimular aprecio público, destrozar reputaciones o construir candidaturas y triunfos electorales hasta con esposa incluida, para alzarse hasta la silla del águila.

Pero ahora…

Ahora otros son los favoritos y la docilidad de antaño se convierte en la persecusión de hogaño.

Tras un prolijo relato de la Procuradora Fiscal de la Federación, Grisel Galeano García, en la conferencia matutina del viernes, sobre los aplazamientos mañosos de Ricardo Salinas para evadir impuestos, acumular litigios y salvar sus dineros o al menos “jinetearlos” durante un largo periodo, la presidenta (con A) Claudia Sheinbaum con toda sencillez y peso lanzó una advertencia contundente:

“…Hay que hacer esto público, porque le queda a esta Corte hasta el primero de septiembre. El primero de septiembre entran los nuevos Ministros y Ministras. Son impuestos que no se han pagado desde hace 16 años… pero van a pagar los impuestos, porque no creo que la Corte, los Ministros que están ahora, pues se vayan a atrever a hacer algo en contra del pueblo».

Obviamente no es el mismo pueblo hipnotizado por la “caja idiota”. Este es otro, hipnotizado de diferente manera.

Este es el bueno, el bondadoso, el infalible seguidor de la Cuarta Transformación, el gran elector de pequeñas dimensiones cuyo voto nos consiguió un Poder Judicial Popular. Tribunal del pueblo, Volksgerichtshof, se diría en otro idioma y en otro tiempo.

Hoy los concesionarios –turbios desde el principio–, ven llegar el ocaso mientras por las calles las motocicletas chinas aturden el enjambre de su caótica circulación cuyo estruendo apenas deja escuchar las palabras de Taibo II: pensemos en expropiar TV Azteca.

Tampoco Ricardo Salinas es hoy el entusiasta promotor del evangelio de Macuspana, como lo fue en otros (muy rentables) tiempos, ahora se queja de presiones, de acoso y acusa al gobierno de buscar dinero con inusitado afán, por donde sea, para cubrir los agujeros generados por las obras faraónicas.

Muy lejos quedó su amistad con el faraón…

“…Si pasó como un soplo | la estirpe de los dioses, | si vuelvo a dejar | al mundo sin señor […] Ni bienes, ni oro, | ni pompa divina, | ni casa, ni Corte, | ni desafiante esplendor, | ni el vínculo engañoso | de pactos rotos, | ni ley inflexible | para uso de soberbios…”

Pero como en el medio se dice, en la casa de enfrente también se cuecen las habas.

Esta nota de Reforma haría rugir al Tigre desde el más allá:

“…S&P Global Ratings bajó a negativa, desde estable, la perspectiva de la calificación crediticia de Grupo Televisa por caída de suscriptores.

“En un comunicado, la agencia dijo que la perspectiva negativa de Televisa refleja su opinión de que la caída en su base de suscriptores podría debilitar su posición de mercado y reducir aún más sus ingresos.

“Esto, a su vez, afectaría negativamente su perfil de riesgo del negocio, lo cual podría detonar una baja de calificación en los siguientes 12 meses.

“Destacó que al 31 de marzo de 2025, Grupo Televisa reportó una reducción en sus unidades generadoras de ingresos (RGU, por sus siglas en inglés) de más de 12.9 por ciento en los últimos tres años, principalmente, de su segmento de Sky.

“Su segmento de Cable también perdió suscriptores, contrario a las expectativas anteriores…”

Y con las investigaciones futboleras como espada de Damocles en el Palomar.