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Donald Trump se topó este martes con la Iglesia. En un gesto poco frecuente, el papa Francisco envió una carta a los obispos de Estados Unidos, pidiendo que combatan la narrativa que discrimina a los migrantes que “lastiman la dignidad de muchos hombres y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”.

“El acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensa”, reza la carta a la curia estadounidense, cuya ala más conservadora no comulga con el pontífice argentino.

En la misiva, el papa subraya que “en estos delicados momentos que viven como Pastores del Pueblo de Dios, la conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”.
Apoyo a la migración legal

Aunque admite que “se debe reconocer el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves, no se puede deportar a personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad y de explotación”.

Y añade que aunque es necesario una regulación para una migración ordenada y legal, sin embargo,» no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de otro».

“Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”, advierte el papa sobre la política migratoria implementada por Trump.

Según el pontífice argentino de 88 años, “todos estamos llamados a vivir en solidaridad y fraternidad, a construir puentes que nos acerquen cada vez más, a evitar muros de ignominia, y a aprender a dar la vida como Jesucristo la ofrendó, para la salvación de todos”.

El papa concluye su carta pidiendo a la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas, “que proteja a las personas y a las familias que viven con temor o con dolor la migración y/o la deportación”.
La respuesta del gobierno de EU

La misiva suena también como respuesta a la declaración del vicepresidente James David Vance quien, en una entrevista con la CBS, acusó a los obispos de “recibir 100 millones de dólares para ayudar a los migrantes” y se preguntó si sus críticas al Gobierno tenían como objetivo proteger “sus negocios” y no reflejaban una preocupación sincera por las deportaciones.

Las palabras de Vance fueron incluso tachadas de “escandalosas” por el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan, uno de los más cercanos a Trump, y que ofreció oraciones en sus dos tomas de posesión.

Pero quien respondió directamente a las críticas del papa fue el “zar de la frontera” de Trump, Tom Homan: “El papa debería de reparar la Iglesia católica, concentrarse en su trabajo”, dijo.

Y agregó: “¿Quiere atacarnos por proteger nuestras fronteras? El Vaticano tiene un muro alrededor, ¿no es así? Tiene un muro que lo protege a él y a los suyos, pero ¿nosotros no podemos tener un muro alrededor de Estados Unidos? Así que debe de ceñirse a la iglesia católica y dejar que nos encarguemos de la seguridad fronteriza”.

Con información del periódico La Crónica