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La presidenta Claudia Sheinbaum moderó su discurso y lanzó, ayer, la propuesta de integrar el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, la respuesta oficial tras el vil y miserable asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan.
El lunes, a un día de la muerte del alcalde que pidió una y otra vez el apoyo federal ante el embate del crimen organizado, la Jefa del Ejecutivo lanzó un rompetrompos con la punta de frente hacia sus opositores, críticos y medios de comunicación.
“Buitres” y “comentócratas carroñeros”, les dijo, y levantó un trompo con la mano que no era de su hechura, si no de su antecesor Andrés Manuel López Obrador: culpar al pasado de la ineficiencia del presente.
Así, visiblemente molesta, fustigó a quienes criticaron y se indignaron por el asesinato de Manzo, un político que rompió con Morena para llegar como candidato independiente a la alcaldía de Uruapan y con la mira puesta en el gobierno de Michoacán.
Ella, la presidenta, volvió a justificar al gobierno de la 4T –de AMLO y el propio- con el enunciado que ya se esperaba: “es culpa de Calderón”.
¿Y sabe qué? Sheinbaum tiene razón cuando dice que en Michoacán ni las autodefensas ni el superdelegado Alfredo Castillo de Enrique Peña Nieto, ni la guerra declarada al narco por Felipe Calderón resolvieron la inseguridad en el estado.
Se exacerbó y no lograron el control territorial que, sin lugar a dudas, mantienen los grupos del crimen organizado.
Pero al voltear al pasado, la jefa del Ejecutivo también expone, aunque no lo diga, el fracaso de la estrategia lopezobradorista –si es que así puede llamarse- de Abrazos No Balazos.
Y despertó a los fantasmas que encontraron refugio en la 4T y que han guardado silencio sobre su responsabilidad en la inseguridad que prevalece en Michoacán.
Uno de ellos es Lázaro Cárdenas Batel, Jefe de Oficina de la Presidencia. Como gobernador de Michoacán pidió a Calderón la presencia militar porque ya no podía controlar la violencia en el estado. Y está documentado.
Después arribó al gobierno michoacano Leonel Godoy (2008), entonces militante del PRD y actualmente diputado federal por Morena.
En su administración se registró el primer atentado terrorista en el centro de Morelia, donde criminales explotaron una granada con un saldo de ocho personas muertas y al menos un centenar de heridos.
Su medio hermano Julio César fue vinculado a La Familia Michoacana, grupo que se empoderó en el estado al mismo tiempo que lo hicieron Los Caballeros Templarios, una organización delictiva liderada por un maestro de primaria de nombre Servando Gómez Martínez alias “La Tuta”.
CUATRO PLANES EN 19 AÑOS
Se estima que Michoacán vive y sufre desde hace al menos dos décadas una crisis de violencia que se ha visibilizado otra vez por las extorsiones y asesinatos de alcaldes, así como de productores limoneros y aguacateros por parte de grupos criminales claramente identificados.
Hace dos semana asesinaron a Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán. Constantemente denunció extorsiones, cobro de piso y violencia ejercida contra los productores del campo michoacano.
Con la muerte de Carlos Manzo, hoy crece la protesta y manifestaciones en Michoacán no sólo por la brutal realidad que se vive en la entidad, sino por la inacción del actual gobierno estatal que encabeza el morenista Alfredo Ramírez Bedolla.
En ese contexto, la presidenta convocó ayer desde Palacio Nacional a una consulta pública para integrar el Plan Michoacán que se pretende esté listo en los próximos días.
El Plan, dijo, deberá contener al menos tres ejes: Seguridad y Justicia; Desarrollo Económico con Justicia y Educación y Cultura para la Paz.
Sheinbaum descartó una respuesta militar a la crisis en Michoacán y rechazó la intervención directa de Estados Unidos.
Indicó que “la seguridad no se sostiene con guerras, sino con justicia, con desarrollo y con respeto a la vida. La paz no se impone con la fuerza, se construye con las personas, con las comunidades y con el trabajo cotidiano de quienes aman su tierra”.
Así, Sheinbaum se distanció, por ahora, del lunes de los “buitres” y “carroñeros, para llamar a integrar un plan para pacificar Michoacán, el cuarto que se presenta en 19 años desde Calderón.
Por la tarde, la presidenta recibió en Palacio Nacional a Grecia Quiroz, viuda del alcalde Carlos Manzo y quien a partir de hoy será la presidente sustituta de Uruapan.
Con ella acordó mantener comunicación para apoyar al municipio en el marco del Plan Michoacán.
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