Estira y afloja
La dirección de Administración del IMSS recordó que el 21 de septiembre del año pasado inició el procedimiento de contratación número AA-050GYR047-E58-2021 para atender y responder a los niveles de consumo de las pruebas rápidas para la detección cualitativa de antígenos de covid-19, que se “incrementó de manera considerable por la tercera ola”, en la que participaron 23 empresas; al final cinco cumplieron los requisitos.
“Para este proceso de adjudicación directa se tomó como base la investigación de mercado del 16 de agosto de 2021, por ser la más reciente, y en el que participaron 23 empresas, de las cuales 14 cumplieron con la entrega de documentación soporte. Todas y cada una de estas propuestas se evaluaron técnicamente por la Coordinación de Calidad de Insumos y Laboratorios Especializados del propio IMSS (CCILE), valorando sobre todo si contaban con resultado favorable del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre)”.
Como resultado se determinó que cinco empresas cumplían en la misma medida con todos los requisitos para la adquisición de pruebas rápidas para covid-19. “La evaluación consideró aspectos legales, técnicos y por supuesto económicos, aunque es importante aclarar que este último rubro no es determinante, sino parte de toda una evaluación integral”.
La propuesta que ofreció las mejores condiciones en calidad y precio fue la Landsteiner Pharma, de marca GeneFinder Covid-19 Ag Rapid Test, lo que derivó en un contrato con vigencia del 24 de septiembre al 31 de diciembre de 2021 por una cantidad máxima de 2.5 millones de pruebas que fueron entregadas al ciento por ciento al IMSS en varias emisiones a lo largo de la vigencia del contrato.
Agregó que en efecto se reportaron en 18 ocasiones fallas en las pruebas, y que “a partir de esta información y en cumplimiento a la obligación de verificar consecuentemente la calidad de los insumos entregados, se realizó una evaluación técnica detallada a una muestra vinculadas a cinco lotes de los diversos marcados en los datos de identificación de las piezas; se tomaron como muestra 123 pruebas de esos lotes, encontrándose que solo en 35 piezas se confirmó defectos en su desempeño”.
Dijo que el Indre, Cofepris y la CCILE recomendaron “utilizar pruebas rápidas con una sensibilidad mayor a 90 por ciento, lo que significa que de cada 100 pruebas, 10 o menos pueden no ser certeros sus resultados, en el entendido de que ninguna prueba rápida es infalible al ciento por ciento, con independencia de cuál se trate o a quién se aplique”, y puntualizó que “es impreciso señalar que el IMSS realiza una prueba adicional de PCR, pues lo que procede directamente es un diagnóstico y tratamiento médico. Y en los supuestos de derechohabientes, en su caso, se tramita una incapacidad en términos de ley”.
jesus.rangel@milenio.com