Cuando existen evaluaciones externas, que no salen del grupo donde uno se encuentra, sobre cómo vamos en nuestra labor, el disgusto puede salir a flor de piel y se piensa que quienes emiten las opiniones no pueden ser más que detractores o quienes tienen algún sentimiento contrario a nosotros.
Esto mismo pasa cuando analistas, investigadores y especialistas nacionales o extranjeros opinan sobre la marcha de un gobierno y cuáles son los puntos débiles que debe atender para seguir evitando errores que en el corto plazo se convierten en problemas.
Casi siempre, pero en especial en los gobiernos de la 4T, las señalizaciones que se hacen se toman como una ofensa y se califica a quien las hace de adversario o hasta de traidor a la patria, porque estos gobiernos han sentido que llegaron a cambiar a México, aun cuando la realidad simplemente señala lo opuesto.
Esperan que todos aplaudan sus decisiones y que las halaguen, que se deje de mirar la realidad y se asuma como realidad la que a través de su narrativa quieren imponer.
Estos gobiernos siguen vendiendo la idea de que México va bien que los números negativos van a la baja y que los problemas se resuelven muchos más rápido que en los anteriores gobiernos.
En temas como la corrupción, aseguran que está ya no existe en el gobierno y aun cuando los datos son distintos, prefieren remitirse muchos años atrás para manifestar que los anteriores también lo hacían y por ello piensan que ellos no pueden dejar de hacerlo.
Estos argumentos son los que han impregnado en la población y son las mismas respuestas que, en su mayoría, dice el pueblo sabio.
Lo que parece difícil de aceptar, aunque debe hacerse, es que quienes durante años criticaron estas acciones ahora las protejan y argumenten que “fuerzas oscuras” son las que motivan que se inicien especulaciones de malos procedimientos en los gobiernos de la 4T.
Recientemente, en la cámara de diputados se discutió la cuenta pública del 2022, y los legisladores afines al proyecto de la 4T, no quisieron escuchar los argumentos de la oposición y terminaron aprobando esta cuenta, que mostro opacidad en el manejo de los recursos y un sinfín de estos recursos desaparecieron sin que nadie pueda dar una explicación donde se aplicaron y que beneficio social se obtuvo de ello.
En esta administración federal, que ha prometido que se combatirá la corrupción, al hablar sobre la percepción que se tiene de la corrupción en el sexenio anterior, prefirió señalar que no empata con el nivel de popularidad de quien aquel entonces era titular del poder Ejecutivo.
Claudia Sheinbaum salió a defender a su antecesor y mentor con argumentos que no tienen ninguna relación real, Es cierto que la popularidad del oriundo de Macuspana fue alta esto no significa que no existiera corrupción dentro de la gente que trabajo con él.
Porque la popularidad no es elemento de certeza del manejo correcto en una persona, en tanto la corrupción si es un elemento que muestra que una persona no puede ser digna de confianza.
Recientemente estudios realizados por Transparencia Internacional México han dado como resultado que la corrupción en nuestro país ha iniciado su repunte, el gobierno federal prefiere minimizar esos resultados argumentando que este análisis no está bien fundamentado.
Pero lo que es cierto que el querer minimizar estos resultados, no puede señalarse que Transparencia Internacional, los haya realizado con el objetivo de dañar la imagen del gobierno de López Obrador, porque entonces deja de lado la oportunidad de revisar la estrategia y afinar lo que este mal y con ello combatir de manera más eficaz la corrupción.
Lo que debe entenderse que la percepción de corrupción no se puede acabar con narrativas alegres o con la dispersión de recursos, que de entrada muestran una opacidad porque no se sabe con certeza los padrones de beneficiarios de cada uno de estos programas o si una persona recibe un doble beneficio quitando la oportunidad a otra persona.
Si Transparencia ha señalado la existencia de corrupción y donde se encuentra es necesario que el gobierno actúe y disipe cualquier indicio de ella y sancione a quien la ha cometido este delito.
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