El Congreso de la Unión aprobó las modificaciones constitucionales que permiten a Pemex y CFE establecerse como empresas públicas del Estado para con ello eliminar la deuda de ambas empresas que son enormes, lo que ha costado en años anteriores que las calificaciones de Pemex sean negativas y que el Estado sea el aval obligado para evitar hacer frente a su deuda.
Esta aprobación va en línea con la política energética que presentó la presidenta Claudia Sheinbaum y su secretaria de Energía, Luz Elena González.
Sin lugar a dudas, estas modificaciones pueden ser positivas, siempre y cuando Pemex y CFE sean manejadas administrativamente con la transparencia requerida y que estas se apliquen a las áreas de mayor interés para el beneficio de la población.
Otro punto importante es que ante la posibilidad de una mejora administrativa e incluyendo la participación de capital privado en algunas áreas, México podrá contar, en los próximos años, con la infraestructura suficiente para generar energías limpias y con ello eliminar en gran medida la quema de combustóleo.
Porque a los inversionistas no les importa si el proveedor de energía eléctrica es la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o alguna empresa privada, porque ellos requieren de este insumo para producir y con ello generar empleos y por supuesto guanacias.
Es importante resaltar, que estas modificaciones deberán ser sustentadas con las leyes secundarias, para otorgar mayor certidumbre a los inversionistas, que estarán dentro del área de generación de energía y a quienes serán los usuarios principales del energético.
En cuanto al manejo administrativo para generar, transmitir y distribuir el energético, debe existir una transparencia o de lo contrario serán pocos o nulos los inversionistas que arriesguen su capital.
Sobre las reglas de operación con las cuales participara la inversión privada deben ser claras y respetadas, para evitar que de la noche a la mañana el porcentaje que se les favorezca dentro del sector baje y con ello se pierdan esas inversiones.
Por tanto, esto es un avance, en palabras, de que se busca revitalizar a Pemex y CFE, para que en sean empresas con beneficio para la nación y los mexicanos, solo faltan los hechos
Pero queda una pregunta ¿Se realizarán investigaciones suficientes para conocer que se hizo con los recursos que durante la administración anterior se inyectaron a Pemex y CFE y de haber algún mal manejo habrá sanciones para el o los funcionarios que actuaron mal?