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< Eureka, Marshall y Mazapán forman parte del grupo canino especializado del SUEM, entrenado para búsquedas en zonas boscosas, estructuras colapsadas y cuerpos de agua

< Los binomios operan junto al Equipo de Rescate Vertical y Alta Montaña y colaboran con la Comisión de Búsqueda del Estado de México

< Son considerados un equipo de salud por su labor en zonas de difícil acceso y su contribución al bienestar físico y emocional de las víctimas y sus familias

Con disciplina, olfato agudo y un compromiso que trasciende el entrenamiento, el equipo K9 del Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM) se ha consolidado como una unidad clave en las labores de búsqueda de personas desaparecidas en la entidad.

Integrado por Eureka, Marshall y Mazapán, tres caninos altamente especializados, este escuadrón opera bajo la coordinación de la Secretaría de Salud estatal, a cargo de la doctora Macarena Montoya Olvera, y colabora estrechamente con equipos de rescate vertical, alta montaña y autoridades de búsqueda.

De acuerdo con el entrenador líder del K9, Carlos Mazy Chávez, los caninos están capacitados para realizar búsquedas en grandes áreas, zonas boscosas, estructuras colapsadas y sitios con derrumbes.

“También pueden ser utilizados como apoyo a los equipos de rescate acuático; el perro puede ser entrenado para detectar el aroma de cadáveres recientes en cuerpos de agua”, indicó el entrenador Carlos Mazy Chávez.

Estos ejemplares están altamente calificados, ya que su entrenamiento y cuidado diario están a cargo de cinco especialistas, además de un médico veterinario que supervisa constantemente su estado de salud.

Mazy Chávez señaló que el equipo ha participado en búsquedas en coordinación con el Equipo de Rescate Vertical y Alta Montaña del SUEM, así como con la Comisión de Búsqueda del Estado de México, y que ya se han adaptado a ambientes reales de rescate.

Otro de los instructores, el paramédico Ángel Muñoz Martínez, explicó que el entrenamiento de estos caninos rescatistas tiene una duración de entre un año y un año y medio. Sus cuidados son diarios e incluyen caminatas cada mañana.

“Al perro se le enseña a tener un ‘atractor’, que generalmente es un juguete, y ese es su premio. El entrenamiento es como jugar a las escondidas: el perro localiza a una persona, se le enseña a ladrar para señalar su hallazgo y, a cambio, recibe su recompensa”, detalla el instructor Ángel Muñoz Martínez.

Asimismo, destacó que los caninos deben estar bien alimentados, socializar con las personas y con otros miembros del equipo para evitar incidentes, y ser capaces de trabajar con diferentes instructores.

El equipo K9 puede colaborar con cualquier unidad o dependencia estatal que requiera su apoyo, y son considerados como parte del sistema de salud por su capacidad para operar en entornos peligrosos o de difícil acceso, brindando esperanza en la localización de personas o restos humanos.

Por su parte, la paramédica Sandra Torres Yáñez indicó que un veterinario revisa mensualmente el estado de salud de los caninos, pero los instructores también tienen la responsabilidad de monitorear continuamente a Eureka, Marshall y Mazapán.

“Después de cada operación de búsqueda y rescate, los revisamos completamente para asegurarnos de que no presenten lesiones. En caso de detectar alguna, se notifica al veterinario y se actúa de inmediato”, detalla Sandra Torres Yáñez.

Señaló que al llegar al lugar de búsqueda, los caninos portan correa, collar y pechera, pero “cuando ingresan al campo de acción, se les libera de todo equipo para que puedan moverse con libertad y utilizar sus garras para anclarse al terreno o escalar”.

Este hábil equipo refleja empatía, liderazgo y compromiso social en la atención de emergencias y situaciones complejas que afectan a las y los mexiquenses. Su capacidad de respuesta es una herramienta fundamental dentro de los servicios de salud, auxilio, justicia y labor social en beneficio de la población.