Los cuidados presidenciales se han acentuado.
De un tiempo atrás a la fecha ha habido mayor esmero tanto en aspecto de seguridad como atención médica para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hay pruebas públicas de ello.
Él no ha aparecido en reuniones multitudinarias ni siquiera cuando se registran situaciones de desgracia para grandes núcleos de población a lo largo del sexenio.
Cuando se inundaron varias poblaciones en Tabasco en noviembre de 2020 y se desviaron las aguas de ríos hacia varios municipios -los más afectados fueron Jalpa de Méndez, Nacajuca y Macuspana-, él se limitó a sobrevolar la zona con 300 mil afectados.
Desde el aire explicó:
“Tuvimos que elegir entre inconvenientes. Se cerró la compuerta del río Carrizal… toda el agua de la presa siguió por el río Samaria, afectando comunidades indígenas. Habríamos tenido muchos más afectados en Villahermosa”, dijo entonces.
No descendió, explicó, para no enfermarse.
NINGUNA HOSPITALIZACIÓN
Hay otros casos.
Después, en el accidente de la Línea 12 del Metro en mayo de 2021 -con saldo de 27 muertos y más de 80 heridos-, rechazó acudir al lugar de la desgracia simplemente a tomarse la fotografía como lo hacían otros presidentes, según dijo.
Hoy, tras la desgracia de Acapulco con el huracán Otis, rechazó hablar con los damnificados para evitar provocaciones en perjuicio de la investidura presidencial.
“…si voy -porque a mí me gusta decir lo que pienso-, si voy y les digo a ustedes: ‘Voy a estar en la colonia Regeneración en Acapulco,’. Sí, me van a ver muchos…
“…en Renacimiento o en Emiliano Zapata me van a ir a ver muchos, porque me quieren como yo los quiero, el pueblo. Pero me van a mandar a 10 o 20 provocadores con la televisión. Sí, no he ido por eso”.
Tal vez sea uno de los factores, pero los anillos de protección se han multiplicado y endurecido.
Como también las atenciones médicas para evitar incidentes como el sufrido a principios de año en Mérida o dos fines de semana atrás en Tulum.
En Quintana Roo no fue internado en ningún hospital como se dijo en redes sociales y menos al Joya, especializado en cirugía plástica y asociado con empresarios europeos.
-De ser necesario quizá lo hubieran llevado al Galeana -me dijo un miembro de seguridad.
En ambos casos se le trató oportunamente, pero la preocupación persiste.
IMAGEN DE ACAPULCO HOY
Hugo Raúl Paulín Hernández respira aliviado.
Prácticamente se ha completado el censo de familias afectadas por el huracán y es posible redondear la cifra: 250 mil.
Es el fruto de miles de Jóvenes Construyendo el Futuro coordinados por el subsecretario de Bienestar y responsable de ese programa.
Dice más: el 31 de diciembre se terminarán de dar todos los apoyos, enseres domésticos y económicos -de 35 a 70 mil pesos por hogar- para dar por finalizada la primera etapa.
Las labores de rescate siguen y se han contratado por un año a siete mil jóvenes, pero se pretende llegar a diez mil a fin de poner las áreas habitacionales.
Estas labores han contribuido a algo más, presume Paulín Hernández: para hacer presencia de gobierno y evitar los saqueos siguientes a la destrucción.
-Hubo quiénes se robaban hasta automóviles y eso ya no se ve. A la gente se le nota tranquila y ese es un gran paso en todo sentido, en recuperar la vida y avanzar en la reconstrucción.
@urenajose1