El Servicio de Administración Tributaria (SAT) reporta que, al cierre de agosto de 2023, el estímulo fiscal al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) para contener los precios de la gasolina y el diésel alcanzó los 104.5 mil millones de pesos.
Gracias a este instrumento, que en 2022 sumó 373 mil millones de pesos, fue posible controlar la inflación en comparación con otros países, protegiendo así el poder adquisitivo de los hogares mexicanos.
Dicho beneficio se aplica mediante la disminución de cuotas y el mecanismo complementario, el cual consistió en la acreditación y devolución de IEPS a los importadores de combustibles; en este último se destinó el 35% del total del estímulo de 2022, y fue implementado para hacer frente a la crisis energética mundial a partir de marzo de ese año. Con estos mecanismos fiscales se evita un aumento en los precios de los energéticos en México ante las presiones internacionales.
Otro estímulo en materia de gasolinas y diésel es el destinado a las regiones fronterizas del país, que, de enero a agosto de este año, aumentó en 2.4 mil millones de pesos, es decir, un incremento de 85.1% en términos reales, en comparación al mismo periodo de 2022.
Este mecanismo ayuda a limitar las afectaciones económicas dadas las diferencias de precio entre los mercados en ambas fronteras.
Al cierre de agosto, los estímulos fiscales del IEPS para combustibles, otorgado a los sectores agropecuario, silvícola, pesquero y de transporte, tuvo un incremento de 3.7% en términos reales.
Con esto se apoya a los contribuyentes que utilizan maquinaria, equipo, vehículos marinos y de transporte para realizar las actividades vitales de sus cadenas productivas.