>> No se están considerando las deportaciones masivas de connacionales desde los Estados Unidos, más las decenas de miles de migrantes procedentes de otras naciones ya instalados en México y que han armado casas de cartón en bajopuentes, jardineras y despoblados
>> De concretarse la repatriación de miles de connacionales, impactaría en la construcción o mejoramiento de hasta 50 mil viviendas al año, solo por recursos que dejarían de llegar por concepto de remesas
Con el distintivo: “Aquí estamos”, el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados a través de la Vicecoordinadora General, Noemí Luna Ayala, refrendó su rechazo al dictamen que el oficialismo impuso para ser aprobado este sábado y que permite al gobierno federal hacer uso de 2.4 billones de pesos ahorrados por las y los trabajadores en el INFONAVIT, bajo el pretexto de emplearlos en desarrollo, mejoramiento y renta de un millón de viviendas en el sexenio.
La diputada federal sostuvo que –igual que todas las obras realizadas por la llamada “cuarta transformación”- este plan nace muerto porque no se están considerando las deportaciones masivas de connacionales desde los Estados Unidos, más las decenas de miles de migrantes procedentes de otras naciones ya instalados en México y que han armado casas de cartón en bajopuentes, jardineras y despoblados.
Esto hace ver –dijo- que la estrategia de vivienda de Sheinbaum tiene el riesgo latente de quebrar la empresa con la que se busca construir y poner en renta 165 mil viviendas este año, y poner en peligro los ahorros de la gente. Solo se malgastará el dinero, alertó.
Las políticas que impulsará el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que impactarían a la comunidad migrante en aquel país, afectarían el desarrollo del sector de la vivienda en México, especialmente en la construcción y mejoramiento de los hogares, alertó
En este sentido, la Diputada por Zacatecas retomó lo señalado por el Colegio de Urbanistas de México quienes aseveran que, en caso de concretarse la repatriación de miles de connacionales, impactaría en la construcción o mejoramiento de hasta 50 mil viviendas al año, solo por los recursos que dejarían de llegar por concepto de remesas.
Luna Ayala precisó que se deben tomar muy en serio las alertas de los expertos que han dicho que el anuncio de políticas de deportación masiva y restricciones comerciales por parte de Donald Trump, “podría revertir décadas de progreso en desarrollo urbano, especialmente en los sectores de vivienda, servicios básicos como agua potable, red de drenaje y pavimentación, así como servicios de salud y escolares».
“En un escenario catastrófico, se ha planteado la posibilidad que las políticas migratorias de Donald Trump generarían la deportación de cerca de 12 millones de mexicanos, lo cual, a su vez haría que exista una mayor necesidad en materia de vivienda, lo que generaría una necesidad urgente de más de 3 millones de habitaciones adicionales en un corto período, no solo el millón que se pretende edificar en todo el sexenio”, expuso la diputada panista.
Antes de modificar la ley -expuso Noemí Luna- Morena y sus aliados debieron haber atendido los llamados de los conocedores cuando sostienen que, “alrededor de 20 por ciento de las remesas que llegan a México provenientes de Estados Unidos se utilizan para la construcción o mejora de viviendas en el país, particularmente en áreas rurales y urbanas marginadas.
Si se considera que las remesas que llegan anualmente al país representan cerca de 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto, una disminución significativa de ese dinero podría frenar drásticamente la autoproducción y mejoramiento de vivienda, sin dejar de mencionar las regiones que acogerían la afluencia, y que se caracterizan por tener infraestructura insuficiente, agravando el problema en entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, donde más de 50 de cada cien hogares carecen de acceso a agua potable, drenaje y electricidad.
“Un aumento poblacional significativo en estas comunidades podría colapsar sistemas de agua, electricidad y saneamiento; incrementar la demanda habitacional, las nuevas viviendas que se construyan serían improvisadas o en condiciones de hacinamiento; aumentaría la presión sobre recursos municipales, la capacidad de los gobiernos locales para expandir o mejorar servicios se vería seriamente limitada por la falta de fondos adicionales”, sostienen.
Noemí Luna recalcó finalmente que la vivienda no es el interés de Morena y sus aliados, sino el dinero que buscan apropiarse, una vez que han barrido con fondos y reservas que tenía el país antes de que Andrés Manuel López Obrador llegara a desfalcar al país mediante obras faraónicas inservibles.